domingo, 23 de mayo de 2010

Transparencia. (10 de abril de 2006)

Trasparencia. Ni más ni menos. Desde el Grupo Municipal Socialista no pretendíamos otra cosa cuando pedimos al Alcalde en el Pleno del pasado lunes 3 de abril que las declaraciones de bienes y patrimonio de la Corporación de Oviedo fueran públicos. Si alguien quiere ver alguna intencionalidad más allá de esto, allá él. Lo que está sucediendo en Marbella la asco, y no me extraña que la gente crea cada vez menos en los políticos. Estos días podemos leer muchos artículos en la línea de que la sombra de las sospecha de la corrupción en torno al urbanismo es alargada y bien pudiera trasladarse a otros municipios del país; pues bien, en Oviedo podríamos servir de ejemplo a otras ciudades y con este sencillo gesto estaríamos transmitiendo a los ciudadanos que han depositado su confianza en nosotros que los concejales que gobiernan su ciudad no tenemos nada que esconder y que sólo nos mueve el interés general. Un gesto encaminado a fortalecer la confianza en las personas que ejercen la noble y legítima tarea de la administración de nuestra ciudad, bien desde el gobierno, bien desde la oposición. Un sencillo gesto. "Bolsillos de cristal", como tantas veces pidió nuestro anterior portavoz Leopoldo Tolivar.
No seré yo quien ponga en duda que los concejales que han formado y forman esta Corporación han llevado en todo momento una conducta intachable; es por eso que confío que se sumen a esta iniciativa y favorezcan el cambio necesario en el Reglamento Orgánico del Pleno, para que al menos en Oviedo, las declaraciones de bienes y patrimonio puedan ser públicas y transparentes, colocándonos en las antípodas de los aberrantes y vomitivos comportamientos de los que abusando de la confianza depositada en ellos por los votantes que les dieron la llave de la gobernabilidad de sus municipios, convirtieron la digna y loable tarea de política en un auténtico estercolero.

Publicado en La Nueva España el 10 de abril de 2006.

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