martes, 25 de mayo de 2010

Desde el banquillo. (Junio de 2003)

DESDE EL BANQUILLO


Pasada la octava y pico del 25-M, vaya por delante antes de nada mi felicitación, totalmente sincera, tanto al Partido Popular como al Alcalde por los resultados obtenidos; hombre, a este paso vamos a tener que cambiar el tratamiento de Ilmo. Sr. Alcalde por el de “¡Gabino, gallu!”. Bien, bromas aparte -¿qué impide decir la verdad con humor?, decía ya Horacio allá por el año 54 a.c.-, y tras el reconocimiento de la victoria del rival, que no del enemigo, quiero que mi primera declaración tras tomar posesión como concejal de esta fantástica ciudad sea una intención de mano tendida. El electorado ha querido que este partido lo vayamos a ver sentados en el banquillo (el del campo, no el de los acusados...), pero no hay que olvidar que a pesar de todo jugamos en el mismo equipo. Quizá hayamos hecho mal la pretemporada. Quizá no entrenamos con el esfuerzo y entrega suficiente... el caso es que estamos en el banquillo; pero eso sí, tenemos clara vocación de jugadores correosos, peleones, y continuaremos entrenando día a día para poder saltar al campo lo antes posible y ganar el partido.

Decía que tiendo la mano. Claramente una mano tendida, pero en la otra una estaca (metafóricamente hablando, claro está...). La “estaca” de la justicia, la “estaca” de la oposición hecha desde la lealtad institucional, si se quiere, pero con firmeza y, por supuesto, sin ningún tipo de entreguismo. Con la “estaca” con la que pretendemos velar por los intereses de todos los ciudadanos de Oviedo, no sólo de los más de 30.000 que nos dieron su respaldo. A chupar banquillo, sí, pero sin quitar ni un segundo el ojo del campo de juego. Mano tendida. Lealtad. Concordia. Consenso en lo que se pueda y sea bueno para los intereses generales, pero siempre desde la más honda creencia de que otro Oviedo es posible. Lucharemos por demostrarlo. Porque lo creemos y lo que se cree, tarde o temprano, acaba calando como el “orbayu” te acaba empapando sin darte cuenta. Creemos que es posible un Oviedo donde la ética complemente y supere a la estética. Creemos en un Oviedo que luche por la justicia social, que no caridad. Por un Oviedo hecho por y con todos los ciudadanos. Que estemos orgullosos de la belleza y limpieza de nuestra ciudad, sí, pero que estemos más orgullos aún de un gobierno municipal que debería ser absolutamente honesto, transparente, eficaz y responsable. En fin, porque, como decía nuestro lema, creemos que hay otra forma de gobernar. Y a pesar de todo, seguimos creyéndolo, qué le vamos a hacer...

Y por último, y no por ello menos importante, quiero dar de forma muy sentida las gracias a todas las personas que nos dieron su confianza; personalmente, espero ser digno acreedor de ella. Gracias a todas las personas que en todos los actos a los que acudí se acercaban a dar palabras de ánimo, nunca caen en saco roto. Gracias a tantos compañeros que de forma anónima han hecho un trabajo arduo e imprescindible. Gracias a todas las personas que acudieron a votar, aunque no fuera a nuestra opción; con vuestro voto ayudáis a consolidar esta bendita democracia. Que en estos primeros días prevalezca el sentido del agradecimiento y de la apuesta por mirar al futuro con optimismo y en positivo. En todo y en todos. Que así sea.


Publicado en La Nueva España en junio de 2003.

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