lunes, 24 de mayo de 2010

Kioto y Oviedo (Febrero 2005)

KIOTO Y OVIEDO


Estén tranquilos que no voy a proponer un hermanamiento de Oviedo con la ciudad de Kioto, no… Como habrán adivinado, el traer a colación a la ciudad asiática es por el motivo de que hoy miércoles 16 de febrero entra en vigor el famoso protocolo de Kioto por el que se pretende limitar la emisión de los gases a la atmósfera que provocan el llamado efecto invernadero, cuyas consecuencias en el futuro para este planeta nuestro, pueden ser catastróficas. No voy a entrar en las cuestiones técnicas del acuerdo, pero sí quiero resaltar una cosa: cumplir con Kioto significa que España adopte como objetivo estratégico el ahorro y la eficiencia energética. Y se estarán preguntando, ¿y qué tiene que ver Kioto con la política municipal que es a lo que estamos? Pues mucho. Porque sería preciso establecer desde todos los ámbitos de decisión política y de gestión administrativa, un compromiso real con la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, a través del fomento de políticas de ahorro y eficiencia energética, el impulso de las energías renovables, de la movilidad sostenible; en suma, la incorporación de los criterios de sostenibilidad en todas las políticas municipales. Una apuesta clara de los municipios por modelos de desarrollo que supongan un claro compromiso con la sostenibilidad es uno de los instrumentos principales en la lucha contra el cambio climático.

Bien, si han conseguido leer hasta aquí, enhorabuena, porque pueden pensar, y con razón, ¿cómo se traduce toda esta palabrería en cuestiones prácticas? Bueno. Lo que está claro es que lo que subyace es un claro interés en cuidar más y mejor el medio ambiente. Eso lo entendemos todos, y ese quiero que sea el mensaje. Incrementar un pelín nuestra sensibilidad ante este reto que se nos plantea. El planeta es un barco en el que vamos todos, y como en un barco, cada miembro de la tripulación tiene unos cometidos. Y como este barco se vaya a pique, todos nos hundiremos con él. Y no quiero parecer alarmista, pero podemos tener en nuestras manos la responsabilidad de dejar un planeta mejor a nuestros nietos.

Las ciudades deben de velar porque las políticas medioambientales sean cada vez más ambiciosas. Y por supuesto que cada uno de nosotros puede contribuir, por ejemplo gastando menos agua, menos luz, utilizando menos el coche, reciclando todas nuestras basuras… Y en Oviedo, sería un buen paso para empezar el crear el Consejo Municipal de Medio Ambiente, que sin duda sería el foro ideal donde entre todos, intentar que Oviedo, aporte su grano de arena, a que este planeta sea cada día un poco más habitable. Y por supuesto, que no se olvide nuestro querido equipo de gobierno, que ha firmado la llamada declaración de Llanes, agenda local XXI, que exige a los municipios la puesta en marcha de numerosas políticas medioambientales ¡ya! Hoy, como decía Serrat, “puede ser un gran día, imposible de recuperar, aprovecharlo o que pase de largo, depende en parte de ti…” Depende de que nuestros gestores tomen conciencia de que desde los ayuntamientos, no sólo se puede, sino que se debe luchar con todos los medios a nuestro alcance, repito, para dejar este planeta, un poco mejor que nos lo encontramos.


Publicado en La Nueva España en febrero de 2005.

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