sábado, 24 de diciembre de 2016

NAVIDAD, ES NAVIDAD

El Otero

Navidad, es Navidad

Sobre la parte olvidada del significado de las fiestas de Pascua

24.12.2016 

El calendario manda. Es Navidad. Nos lo recuerda machaconamente la publicidad. Las calles se visten de luz. Los comercios nos tientan a cada paso ofreciéndonos ideas mil para los obligados regalos. Por las calles del centro de la ciudad rebotan los villancicos. Los restaurantes saturan sus agendas de reservas con comidas de empresa y de grupos de amigos. Recibimos decenas de mensajes cada día. Los niños disfrutan de las vacaciones escolares. Las agencias de viajes nos brindan la posibilidad de escapar de la cotidiana rutina. Deseamos felices fiestas en cada despedida de nuestras conversaciones. Esperamos impacientes a los que tenemos lejos y retornan al hogar aun por unas horas. Jugamos a la lotería más que nunca? En fin, parece que todo conspira para anunciar que, por fin, ¡es Navidad! Pero, no sé, me dio por preguntarme, ¿es todo esto realmente la Navidad? Nada hay de malo en todo ello; es más, es deseable buscar signos que expresen alegría. 
Tengo por costumbre recortar de vez en cuando noticias del periódico que me llaman la atención y hoy recordé y busqué una que LA NUEVA ESPAÑA publicaba en sus páginas de Oviedo el 24 de noviembre con el título de "La calle te carcome". En ella se informaba de que el municipio pondrá pisos a disposición de transeúntes. Uno de los graves problemas de nuestra sociedad. Víctimas de una crisis injusta, de orígenes inmorales y que se cebó, como siempre, en los más débiles. Vaya usted a saber por qué curiosa asociación de ideas recordé el relato del nacimiento de Jesús: "Y María dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue". El escritor británico Chesterton destacaba que la Navidad está construida sobre una hermosa e intencional paradoja: que el nacimiento de las personas sin hogar se debe celebrar en cada hogar. Y me pregunto, ¿puede ser ese nacimiento signo de confianza en el futuro para los que, como él, ansían un techo en el que cobijarse? ¿Podrá, de alguna manera, ser ese niño esperanza para los desheredados de la tierra? 
A fin de cuentas, ese pequeño, mucho más que las luces, los villancicos, las reuniones, las compras? es origen, causa y auténtico porqué de que usted y yo estemos hablando y celebrando la Navidad. 
A lo mejor tenía razón el escritor estadounidense Theodor Seuss: "Quizás la Navidad no proviene de la tienda. Quizás la Navidad, tal vez? ¡significa un poco más!". 
En cualquier caso, la vivan como la vivan, de todo corazón, ¡feliz Navidad!
http://suscriptor.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2016/12/24/navidad-navidad/2032715.html

martes, 20 de diciembre de 2016

LA HISTORIA DE LA PATRONA DE OVIEDO

El Otero

La historia de la patrona de Oviedo

Los avatares de Santa Eulalia de Mérida y su relación con la capital asturiana

19.12.2016 | 03:45


"Nieve ondulada reposa / Olalla pende del árbol/ Su desnudo de carbón/ tizna los aires helados / Noche tirante reluce/ Olalla muerta en el árbol".
Son versos de Federico García Lorca dedicados a Santa Eulalia de Mérida, nuestra patrona, sí. Su festividad fue el pasado 10 de diciembre y como no hay santo sin octava, bien merece la efeméride una pequeña mirada hacia esta joven que sufrió el martirio en la ciudad de Emérita Augusta (Mérida) el 10 de diciembre del 304 a la edad de 12 años en tiempos de las persecuciones de Diocleciano, según se cree. 
Su llegada a Oviedo la cuenta el Obispo Pelayo: "Tras la muerte de Aurelio le sucedió Silo en el reino (..) Llegó a la ciudad que llaman Mérida y sacó a la Santísima virgen Eulalia, que había sido allí muerta por el prefecto Calpurniano y sepultada por los cristianos, del sepulcro en el que yacía y la metió en una caja que él mismo había mandado hacer. Y halló también la cuarta parte de la cuna de esta Virgen la cual, con la virgen santa Eulalia, trajo consigo a Asturias, al territorio de Pravia (..) Después de unos años, el Rey Alfonso el Casto trasladó la ya nombrada virgen Eulalia y la antedicha parte de su cuna a la iglesia de San Salvador de la sede de Oviedo, que él mismo había establecido, y la colocó en el tesoro de San Miguel Arcángel, colgando la caja con Santa Eulalia de la cadena de hiero que pendía sobre el Arca, en la que se esconden las varias y numerosas prendas de los santos. La parte de la cuna era costumbre llevarla al coro, para veneración de los fieles en el día de su festividad". 
Esa tradición de venerar la cuna, habitual ya en el siglo XII, mutó por la costumbre de llevar ante el altar la arqueta que contiene las reliquias de la santa, en una celebración en la que solían participar los miembros de la Corporación Municipal; no en vano, Santa Eulalia de Mérida ostenta el patronazgo de la ciudad, de la provincia de Asturias y de la Diócesis ovetense desde el 16 de febrero de 1639 por concesión pontificia del Papa Urbano VIII, siendo Obispo de Oviedo don Antonio Valdés. 
En 1617 se constituyó una cofradía con el fin de atender al culto y a la celebración religiosa en honor a la santa, además de organizar las fiestas populares pero, como tenemos más yerba que tenada, dejaremos a la cofradía para otra ocasión. 
Pero no pasemos tan rápido sobre las fiestas que no es cosa menor y es que, con motivo de la concesión del patronazgo, se celebraban en la ciudad festejos religiosos y profanos. En el acta capitular conservado en el A.C.O. y recogido en el libro "La reliquias de San Salvador" de Enrique López Fernández, leemos: " Que salgan los trece capitulares de a caballo y con la mayor modestia y compostura acompañen el Guión donde vaya el Breve del Patronazgo. Que el Magistral busque libros en la biblioteca para escribir la historia de la Santa. Que se corran toros, que se cante misa solemne y que predique el Sr. Obispo, que los prelados de las religiones asistan a Vísperas, Misa y Comedias. Y como parecen pocos los Capitulares de a caballo, que salgan también el maestro de la Capilla y el organista y los que tengan caballo. Que nadie suba a la torre para evitar desgracias en los fuegos de artificio. Que se pongan las ropas más ricas en la sacristía..." 
Sobre la posesión de las cenizas de Santa Eualia hubo sus más y sus menos entre Mérida y Oviedo y esto llevó a Antón de Mariguerrera a componer unos versos, "Cuando examen les abeyes" que se consideran entre los primeros escritos en asturiano: "Dirán ellos: morrió acá; /diremos nos: non morrió, / que está viva pa Asturies, /si está muerta pa vos (..) /Ella está mui bien acá. /L'otro vaya per ú fo, /porque están del nuestru llau /l'obispu y gobernador. /Nosotros los del capote, /cual con un ral, cual con dos, /seguiremos esti pleitu /fasta llevalu ante Dios". 
Bien por fe, bien por respeto a una secular tradición ovetense, no estará de más preservar viva la llama del recuerdo hacia Santa Eulalia.
http://www.lne.es/oviedo/2016/12/19/historia-patrona-oviedo/2030339.html

lunes, 12 de diciembre de 2016

OVIEDO SOLIDARIO

El Otero

Oviedo solidario

La histórica capacidad de la sociedad ovetense para ayudar a las personas en apuros

12.12.2016 

Oviedo es -y siempre ha sido- una ciudad acogedora y solidaria. Así lo creo. Y así lo demuestra con frecuencia. La respuesta de los ovetenses a las llamadas de auxilio ante catástrofes del tipo que sean o ante campañas como las del Banco de alimentos, Cáritas o de ONG's de todo tipo nunca se hace esperar. 
El 2 de diciembre el Consejo de Cooperación al Desarrollo dio el visto bueno a la propuesta provisional de concesión de subvenciones a ONG`s de Desarrollo para la realización de proyectos en el año 2016. Se aprobaron veinticuatro por más de medio millón de euros. Ojalá pudiera ser más. 
Y ojalá la movilización social ante la terrible tragedia de los refugiados como consecuencia de una guerra vergonzante como la de Siria fuera mayor. Aunque estoy convencido de que, si fuera necesario, no faltarían hogares ovetenses de acogida en una situación límite como la que estamos contemplando con el mayor número de desplazados desde la II Guerra Mundial. 
Medir la solidaridad es cosa compleja pero creo sinceramente que los españoles en general y los ovetenses en particular no somos rácanos en ese aspecto. 
Y no es de ahora. Para demostrarlo asomémonos a ese paisaje intemporal que es el magnífico archivo de nuestro ayuntamiento. Uno de los mejores de España. Un archivo que es mucho más que un mero conjunto ordenado de documentos. Es el alma de la ciudad. En él late nuestra propia historia. Allí se atesoran miles de pliegos, legajos y documentos que configuran nuestro auténtico ser como colectividad. Oviedo vive entre esos cedularios, carpetas y cartularios. Archivo, por cierto, que, temo, no esté con la dotación de espacio y el apoyo que, sin duda alguna, merece y debiera. Pero ese es otro tema. 
Entre sus tesoros encontramos algunas muestras de esa vetusta -nunca mejor dicho- solidaridad. Veamos una muestra. 2 de junio de 1660. A los ovetenses del XVII no parece que les hiciera gracia alguna el que hubiera mujeres cautivas del turco y así "se libraron a favor de Diego Mercato, de nacionalidad griega, 100 reales sobre Fabrica de Pobres, para el rescate de su mujer, cautiva en Turquía. Tomó razón de esta libranza Juan de Carvaxal". El buen Diego, heleno él, quedaría muy agradecido por la salvífica contribución ovetense. 
Unos años después, el 28 de junio de1679, encontramos otro ejemplo de apoyo ante los que podríamos denominar "refugiados religiosos". Y así leemos en el denominado "Libro de la Razón" que "se libraron a tres señoras irlandesas, católicas, que venían huidas por serlo en su tierra, 300 reales de limosna". No eran tiempos para dejarlas en manos de los anglicanos hijos de la Gran Bretaña, que hasta ahí podíamos llegar. En fin, sí es cierto que una sociedad solidaria tiene, sin duda, más futuro; no en vano, en palabras del Papa Francisco, la solidaridad y la fraternidad, son elementos que hacen nuestra civilización verdaderamente humana.
http://suscriptor.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2016/12/12/oviedo-solidario/2026946.html

domingo, 4 de diciembre de 2016

USOS Y ABUSOS DE LA PLAZA DE LA CATEDRAL

El Otero

Usos y abusos de la plaza de la Catedral

La añoranza del belén ante el templo y lo poco idóneo de situar una pista de hielo

04.12.2016 
No sé qué habría opinado Clarín si hubiera vivido para ver la plaza de la Catedral convertida en un gran aparcamiento. No hace tanto que lo era. Muchos de ustedes seguro que lo recuerdan. Quizá hubiera añadido alguna línea más a ese hermoso párrafo en el inicio de La Regenta cuando describe nuestra Catedral: "Mejor era contemplarla en clara noche de luna, resaltando en un cielo puro, rodeada de estrellas que parecían su aureola, doblándose en pliegues de luz y sombra, fantasma gigante que velaba por la ciudad pequeña y negruzca que dormía a sus pies". 
En los años ochenta no eran pocos los ovetenses que encontraban en los humos escupidos por tanto tubo de escape el motivo de la negritud de su piedras ancestrales. Y que no era el mejor sitio para un estacionamiento parecía obvio. No era asunto menor, qué duda cabe. Tal era así que, a inicios de 1982, la Comisión de Patrimonio Histórico Artístico del Principado se dirigió al Ayuntamiento para pedirle la supresión del tráfico en el entorno de la Catedral o, al menos, autorizado sólo a transporte público. Con el tiempo y una caña todo se alcanza. Hoy, la piedra luce limpia. El pasado viernes se cumplieron veinticinco años del exilio de los coches del casco antiguo pero la plaza no quedó exenta de riesgos. Y así, cada año, surgen voces cuestionando la idoneidad de tan señero lugar como escenario de la hoguera de San Juan o de los conciertos de San Mateo. Nadie duda que lo primordial ha de ser preservar la integridad del templo catedralicio. En eso estaremos todos de acuerdo. ¿Sufre realmente la Catedral algún riesgo con la hoguera o con las vibraciones de la música mateína? No conozco ningún estudio que afirme categóricamente que sí o que no, aunque existan informes al respecto. Lo que sí dicta el sentido común es que, cuantas menos agresiones, mejor. Preservar la armonía y belleza de este epicentro histórico y sentimental de la ciudad tampoco habría de ser cosa menor, evitando que cualquier instalación lo fagocite. Aunque, como siempre, la virtud ha de encontrarse en un término medio. En cualquier caso, la plaza de la Catedral es cita obligada para cuantos deciden visitar la ciudad; una foto con la Sancta Ovetensis de telón de fondo es ineludible. 
Durante años fue escenario óptimo para la instalación del Nacimiento en las fiestas navideñas, hasta que el pasado año fue trasladado a la plaza de Trascorrales. Personalmente confieso que lo echo de menos. Y este año la novedad es que el emplazamiento ha sido elegido para la instalación de una gran pista de hielo. Una carpa que secuestra la hermosa vista de la Catedral. Nada tengo en contra de las pistas de hielo, quede claro, pero imagino que el debate está servido. ¿Es la plaza de la Catedral el lugar idóneo para esa instalación? ¿Ustedes que creen? 
Óscar Wilde era del parecer de que sólo podemos dar una opinión imparcial sobre las cosas que no nos interesan y que, sin duda, por eso mismo las opiniones imparciales carecen de valor; pues bien, servidor, que en este asunto no se declara imparcial, con todo respeto hacia el criterio de los demás, cree que no.

lunes, 28 de noviembre de 2016

DECISIONES QUE MARCAN EL DESTINO

El Otero

Decisiones que marcan el destino

Sobre el peso que la factura de "Villa Magdalena" va a tener en el presupuesto del próximo año

28.11.2016 

Si algo nos enseña la historia es que pequeñas decisiones pueden cambiar el destino. Las consecuencias que se pueden derivar de una resolución, aparentemente nimia, pueden resultar imprevisibles. 
Se cuenta que el desembarco de Normandía triunfó, en buena medida, porque una división de carros de combate Panzer estacionada cerca de las playas no se desplegó. Sólo podía hacerlo por orden directa de Hitler pero éste había dado instrucciones expresas de que no se le despertara. 
Hay quien sostiene que Napoleón perdió la batalla de Waterloo porque el imperial trasero, afectado de hemorroides, necesitaba más atención casi que el propio campo de batalla... En fin, curiosidades entre el rigor de la historia y la leyenda que podrían llenar decenas de páginas pero que demuestran que, a veces, como se dice en la película de Woody Allen, "Match Point": "Hay momentos en que la pelota golpea el borde de la red y durante una fracción de segundo puede seguir hacia adelante o caer hacia atrás. Con un poco de suerte sigue adelante y ganas o no lo hace y pierdes." ¿Es justo que nuestro destino pueda pender de una decisión arbitraria? Pues seguramente no pero, amigos míos, es lo que hay. Ya decía Terencio hace más de dos milenios que mala cosa es tener un lobo cogido por las orejas, pues no sabes cómo soltarlo ni cómo continuar aguantándolo. Cierto. Pero hay que decidir. Y, recomendable suele ser, buscar la opción menos mala para la mayoría. 
Bien. ¿Y a qué viene todo esto? Me explico. Los presupuestos municipales para 2017 están de actualidad. Y, dejando al margen la idoneidad de prescindir de algunas partidas culturales, uno de los aspectos más sobresalientes es la incidencia de deudas multimillonarias a causa de sentencias judiciales. Condicionan -¡y de qué modo!- multitud de inversiones futuras. Lodos que provienen de unos polvos que colean desde 1998 cuando el equipo de gobierno de entonces, capitaneado por Gabino de Lorenzo, decide recurrir en los tribunales la tasación del palacete de "Villa Magdalena" y consignar los once millones y medio de euros. Cumplen lo primero pero, mira tú, jamás se consignó el dinero en el Juzgado. 
Ante esto, como ciudadano que no entiendo especialmente de asuntos económico-judiciales, me pregunto, ¿el que algo que podría haber costado no más de once millones de euros haya llegado a suponer a las arcas comunes más de sesenta y dos millones tiene que ver con la decisión que alguien tomó de no pagar y de no consignar? La sentencia del Tribunal Supremo en mayo de sumar a los treinta millones ya pagados otros veintiuno en calidad de justiprecio e intereses no es una broma. ¿Se hubiera frenado este despropósito si se hubiera consignado ese dinero en su día? De ser así, me pregunto de nuevo ¿alguien ha asumido alguna responsabilidad? Porque ese dinero, esa enorme cantidad de dinero no podrá ir a inversiones, que mira que se podrían hacer cosas? sino a engordar el bolsillo de quien pagó apenas tres millones de euros por un palacete al que, por cierto, el PGOU aprobado por unanimidad en 1986 declaraba no edificable y de interés para uso público. Repito, ¿nadie asume ninguna responsabilidad en semejante desatino? Poco me preocupan las almorranas de Napoleón o el sueño del Führer, pero los dineros de todos sí me importan. Y mucho. No es una nadería lo que nos va en ello. Y, de paso, que cada palo aguante su vela.
http://suscriptor.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2016/11/28/decisiones-marcan-destino/2020248.html

lunes, 21 de noviembre de 2016

MIRANDO A TRAVÉS DE LA LUNA

El Otero

Mirando a través de la luna

Retrato de la ciudad de 1948, cuando se dio la anterior "superluna"

21.11.2016 | 03:45

No pude resistirme. Lo confieso. Fui uno más del tropel de ovetenses que el pasado lunes buscó la idoneidad de las alturas naranquinas para disfrutar de la tan publicitada "superluna". Ciertamente, lucía hermosa. Un poco envanecida, diría, sobre el horizonte límpido de otoño. Contemplar las luces que alfombran la ciudad desde esa atalaya privilegiada es fascinante. El añadido de la luna llena, con su sutil baño de plata sobre la oscurecida ovetense, le otorga aún mayor complacencia. ¡Cuántas historias detrás de cada uno de esos reflejos que parecen crepitar sobre tanta vida como se extiende a los pies de esta venerable Cuesta! Sí. Es agradable contemplar la ciudad. Escuchar. Sentir. Imaginar lo que fue y, tal vez, lo que podrá ser. Y en una de estas licencias de la propia fantasía imagino lo que contemplaron los ovetenses que alzaron sus miradas al cielo de la lejana noche del 26 de enero de 1948. Quizá, alguno de ellos, también buscó la complicidad de las alturas de nuestro Naranco querido para contemplar aquella precedente "superluna", aunque lo dudo; según informaba el observatorio meteorológico de Lugo de Llanera la noche fue lluviosa: 5 litros por metro cuadrado. Así que habrá que contentarse con imaginar al ovetense de 1948 mirando, con cierta empatía hacia la vida que latía a sus pies. Reflejándose en aquella ciudad mucho más pequeña. Y como si tuviera acceso a través de un imaginario agujero de gusano que me brindara la posibilidad de abrir una puerta en el espacio tiempo aparezco en aquel 26 de enero de 1948: Veo un gran alivio en la población por que por fin apareció Lucinda Álvarez, una niña que llevaba varios días desaparecida. El puerto de Pajares continuaba cerrado por la nieve. El secretario de la Sociedad Filarmónica, Tomás Buylla Villamil, convocaba junta general ordinaria. Lamentos por la victoria del Gijón frente al Oviedo por 2-1 (¡vaya por Dios!). En el Gran Cinema proyectaban "Botón de Ancla". Y, para envidia de los ganaderos locales, era noticia que una vaca británica había obtenido un récord de producción lechera con 42.000 libras de leche en 329 días. "No es una vaca cualquiera", rezaba el titular; faltó el "tolón, tolón". Viajes de ministros a Marruecos y a las posesiones de África abrían la edición de LA NUEVA ESPAÑA de entonces en la que los productos farmacéuticos copaban buena parte del espacio publicitario: "Baradol contra la sarna" (con censura sanitaria, por supuesto). O el fantástico tripartito (ese no, otro...) de Sáiz de Carlos con tres preparados: neurasténico, purgantina y reumatol. Vamos, ríase usted del bálsamo de Fierabrás... En fin, una ciudad que vivía una rutina en blanco y negro sin grandes sobresaltos. Con dolorosas heridas aún que llevaría muchos años cicatrizar. Que peleaba por dejar atrás un lacerante pasado de odio y cenizas. Que luchaba por buscar un futuro mejor. 
La luna no volverá a estar tan cerca hasta el 25 de noviembre de 2034. Espero estar aquí para contarlo y, mirando hacia atrás, reflexionar sobre si llegamos a ser la ciudad que quisimos ser. ¿Seremos la ciudad que soñamos llegar a ser? Ojalá sí. Hay que empezar a tejer, entre todos, ese proyecto de futuro no vaya a ser que tengamos que lamentar, con Séneca, que "no hay viento favorable para el que no sabe donde va".
http://suscriptor.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2016/11/21/mirando-traves-luna/2016532.html

lunes, 14 de noviembre de 2016

DE CALLES Y NOMBRES

El Otero

De calles y nombres

Sobre la aplicación de la ley de Memoria Histórica

14.11.2016
Las calles guardan bajo cada piedra mensajes de un pasado que aún está presente. Eso leí no hace mucho a la escritora Dolores Rico. Y estoy de acuerdo. Son, en buena medida, un compendio de la historia de cada ciudad, de cada pueblo. Testigos del devenir de los tiempos y reflejo de momentos y de épocas concretas. Al igual que Bob Dylan, flamante premio Nobel de literatura, cantaba, parafraseando al Génesis, que el hombre puso nombre a los animales, nosotros bautizamos nuestras calles, que no es plan dejarlas innominadas, y con ese apelativo les damos, en cierta forma, una identidad. Alguno de esos nombres, ya se sabe, son de quita y pon según soplen los vientos políticos. Y Oviedo, claro está, no es ajeno a nada de esto. Hace tiempo que arrecia la polémica sobre cambios en el nomenclátor local; aun en clara aplicación de la ley de Memoria Histórica, nunca llueve a gusto de todos. Sin pretensión alguna de polemizar con nadie, comparto una opinión -una más- al hilo de esta actualidad. Personalmente me agradan los nombres viejos. Esos que se fueron deshilachando por los muros de los siglos. Nombres con sabor a ciudad antigua. Nombres que nuestros antepasados juzgaron en su día, siglos ha, como idóneos para bautizar alguna de aquellas jóvenes calles ovetenses. Toponimia que el tiempo orilló en las calles -nunca mejor dicho- del olvido. Quizá ahora fuera un buen momento para rescatarlos del oscuro cajón del olvido colectivo y, como con nuevo lustre, revivir alguno de esos nombres perdidos. Una renovada oportunidad en el Oviedo del siglo XXI al que nunca soñaron con llegar a ver. ¿Quieren algún ejemplo de esos nombres que duermen el sueño de los justos? Como para muestra vale algún botón, recojamos alguno con la inestimable colaboración -imprescindible más bien- del gran José Ramón Tolivar Faes que nos legó una obra indispensable sobre el callejero local. Pues bien, vamos con algunos ejemplos: Albergueros, Belbis, Calella del Campo, Calleja del Teatro, Campo la Lana, Campo de San Sebastián, Cigüeña, Cincopiedras, Cristo Arriba hasta San Cipriano, Cuatro Cantones, Estanco viejo de Abajo o Estanco de Atrás, Figas, Fortaleza, Fuente de las Dueñas, Herrería, La Pelame, La Riba, Los Solares, La Pedrera del Mercado, Luneta, Paraxuga, Platería, Posadiella, Puerta Nueva Baja, Prado de los Herreros, Caleya del Rey, Rinconada, Rua de los Cambiadores, Rua de los Tenderos, Rua de la Tiendas, San Tirso, Signun Salutis, Calella del Socastiello, Rua de la Torre, Tahona, Traslacerca, Trasantirso, Vaynería, Viña, Zapatería. Y hay más. 
Alguno de los nombres en litigio se conocían anteriormente con otra denominación; así Calvo Sotelo, 19 de julio, General Yagüe, Plaza de la Gesta, Rafael Gallego o Rodríguez Cabezas, fueron conocidas como Röel, Campo la Lana, Campo del Hospicio, Plaza del Fresno, La Rozona o Casas del Prado respectivamente. Quizá sea ésta una buena ocasión para que recobren su designación primigenia. 
Deseable sería que, en el futuro, los nombres se mantuvieran resistentes a los vientos de la historia. Inmunes a veleidades de los gobernantes de turno. Que fueran, indubitablemente, consensuados. Nombres de todos y, a poder ser, para siempre. Que, no en vano, en democracia, la ciudad es de todos y, esperemos, por muchos siglos más.
http://suscriptor.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2016/11/14/calles-nombres/2012916.html

lunes, 7 de noviembre de 2016

EL ÚLTIMO PAVO REAL

El Otero

El último pavo real

La paulatina desaparición de una especie típica del Campo San Francisco

07.11.2016 
Oviedo, asentada desde antiguo en el centro de esta verde Asturias, tiene la suerte de estar rodeada, mires para donde mires, de un paisaje cautivador y fascinante. Contemplar los campos circundantes desde las alturas naranquinas, en los polícromos atardeceres de este benévolo otoño es, sin duda, un lujo y un regalo para los sentidos. Pero también en la ciudad atesoramos nuestro Campo. Añoso corazón que late mucho más allá de nuestros propios recuerdos. "Ay, huerto de San Francisco, el de los árboles altos, donde se cumplen los gustos y al hospital van los llantos" al decir de una vieja y pícara copla. Cierto que el viejo Campo necesita cuidados. Le sobra hormigón. Le faltan árboles, vencidos por el tiempo, la enfermedad o la desidia. Hace tiempo que perdió ese espíritu de añeja fronda franciscana. Oasis primario de generaciones de ovetenses. Escenario de tesoros esenciales que son esas fotos en blanco y negro en las que posamos impacientes por comernos los barquillos y galletas que sustentamos. O con Petra, la vieja osa somedana que deambulaba de acá para allá indolente, triste diría, quién sabe si añorando a su "Perico", muerto años antes o, más aún, la libertad. Fotos que amarillean en el álbum de la memoria de cada cual. Imágenes, por ejemplo, de una Rosaleda henchida de flores. O de cisnes, palomas o pavos reales. Hoy ya no hay osos (afortunadamente). Cisnes pocos y malhumorados contra los veintinueve patos que, como intrusos, acaban de incorporar al estanque. Hubo un tiempo que también correteaban las ardillas pero ya no queda ni una. Y de los pavos reales, como el último eslabón de una cadena ancestral, sólo queda uno. Dudo que sea consciente -ni le importe- de ser el último de aquellos galliformes que, a finales de los años 50, llegaron desde la finca granadina de Ramón Alba Fernández de Cañete, que fue quien le sugirió al entonces alcalde su viaje hacia Oviedo; eso sí, en tren y en primera, que para eso son "reales". Desde entonces han estado pululando por el Campo (¿quién puede poner puertas al campo?) y alrededores. Osando, incluso, subirse, como las golondrinas de Becker, a algún balcón sus nidos a colgar; desconozco si con el ala en los cristales, jugando, llamarán. O cruzando, imprudentes, ante el tráfico "pavicida". Hoy su futuro no es multicolor, como su ostentosa cola. Es negro. Algunos se quejan de que les picotean los coches como si la pintura de éstos fuera granos de maíz, pero qué quieren que les diga; me inclino por los pavos en esta desigual batalla. Abogo por su cuidado y continuidad. 
Narra Esopo en una fábula que el pavo real envidiaba la voz del ruiseñor y fue a quejarse a la diosa Juno diciendo que su voz causaba risa a todos. La diosa intentó consolarle diciendo: "Es verdad que el ruiseñor canta mejor, pero en cambio tú le aventajas en hermosura y tamaño; en tu cuello resplandecen los brillantes colores de la esmeralda, y con las matizadas plumas de tu cola formas una rueda que parece de piedras preciosa. ¿Pero de qué me sirve ser bello con una voz como la mía?", contestó el pavo. Juno le dijo: "Los Hados han repartido a cada uno distintos regalos: a ti la belleza, al águila la fuerza, al ruiseñor el canto, al gallo el señalar las horas, y tú eres el único que no está dichoso. Alégrate y no te quejes más. Uno no puede ser el primero en todo". 
Quizá tenga razón la fábula pero, coincidirán conmigo que, salvo que algún oscuro contubernio o siniestra maquinación republicana emanada del poder local quiera cargarse a los reales pavos, tampoco nuestro protagonista ha de ser el último? 
Bien ganada tiene este postrero pavo la oportunidad de seguir coloreando los recuerdos de los ovetenses del mañana. De continuar pavoneándose -cuándo mejor dicho- ante miles de ovetenses que los consideramos parte sustancial de nuestros propios recuerdos. Mostrando, presuntuoso, su plumaje multicolor. Adornando los recuerdos de los niños que fuimos. Que sigan señoreando ufanos en la memoria colectiva de este Oviedo que fue y ha de ser para que, de ninguna manera, sea el último pavo real.
http://suscriptor.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2016/11/07/ultimo-pavo-real/2009447.html

lunes, 31 de octubre de 2016

EL CAMPOSANTO DE SAN CIPRIANO

El Otero

El camposanto de San Cipriano

Sobre los cementerios de la ciudad

31.10.2016 | 03:29








Noviembre llama a la puerta. Y, como cada año, su inicio es sinónimo de días que se acortan, de hojas lánguidas, vencidas, teñidas de ocre que contrastan con el vivo color de los crisantemos que anuncian horas de recuerdo a los que se fueron. Porque aunque les recordemos -inevitablemente- cada día, son fechas de visita casi obligada a los cementerios en los que reposan aquellos que formaron parte esencial de nuestras vidas. En la ciudad de Oviedo, desaparecidos hace años ya el de Santullano, hoy parque, y el de San Pedro de los Arcos, que durante mis primeros años de escolar era una especie de macabra continuación del patio del colegio, nos queda el del Naranco y, desde 1884 el de San Salvador. Pero, me pregunto, ¿y antes de éste dónde iban los restos mortales de los ovetenses? 
Durante siglos iglesias, monasterios, conventos e, incluso, cofradías, sirvieron a tal fin hasta que por Real Cédula de Carlos III en 1787 y de Carlos IV en 1804, se obligó a practicar los enterramientos en recintos independientes, alejados de la población y de corrientes o manantiales de agua. Oviedo, que había utilizado incluso la iglesia y el Campo San Francisco en épocas de epidemias o guerras, construyó su primer cementerio sobre el antiguo Campo de San Cipriano, en la zona de Prau Picón, donde se ubica el actual seminario. Fue bendecido por el obispo Ceruelo en 1816 e incorporaba, según opinión de Canella, "los detestables sistemas de nichos que implantaron en Madrid los arquitectos Villanueva y Rodríguez aunque, por razones higiénicas y aun artísticas siempre debieron prohibirse". 
Su descripción la hace Pascual Madoz en estos términos: "El cementerio se halla en el punto más elevado de la población. Está bien ventilado y es bastante capaz. Forma un cuadro perfecto y ocupa un terreno cuya extensión es de 2.544 varas cuadradas. Tiene capilla y de 80 a 90 nichos por cada uno de los cuales paga al ayuntamiento la familia del que lo ocupa un tanto, que está señalado por el tiempo que le acomoda. El Ayuntamiento actual ha procurado y procura ponerlo con la decencia que corresponde, haciendo en él obras importantes que, si como es de creer continúan, llegará a ser uno de los buenos cementerios que hay en España". Pues bien, parece que los buenos propósitos de Madoz no se cumplieron y, debido al amontonamiento de sepulturas, la poca profundidad de éstas y el paulatino deterioro, las autoridades sanitarias alertaron sobre el riesgo de epidemias y, por tanto, se inició la búsqueda de nuevos terrenos para un nuevo cementerio. El lugar elegido fue el denominado "El Bosque", iniciándose la obras en 1883. El resto ya es otra historia. El 6 de junio de 1941 se trasladan los últimos restos al nuevo cementerio. 
Durante la Guerra Civil el antiguo cementerio de San Cipriano se convirtió en frente de batalla. 
"Todos, todos están dormidos, dormidos, dormidos en la colina". Son versos del poeta estadounidense Edgar Lee Master. Nuestra es la responsabilidad de mantener despierto el recuerdo del Oviedo que fue y, por supuesto, el de aquellos que nos ayudaron a ser lo que somos hoy.
http://suscriptor.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2016/10/31/camposanto-san-cipriano/2006105.html

lunes, 24 de octubre de 2016

DE PASEO POR OVIEDO EN 1858

El Otero

De paseo por Oviedo en 1858

Acerca de cómo la ciudad impresionaba al visitante a mediados del XIX

24.10.2016 | 03:54
Nicolás Cástor de Caunedo y Suárez de Moscoso. ¿Les suena el nombre? Como va a ser verdad eso de que nunca te acostarás sin saber una cosa más, quiso el azar poner en mis manos un texto suyo. Y claro, la curiosidad hizo el resto. Y así supe que se trata de un erudito, escritor y periodista nacido en Gozón en 1818. Que cursó carrera militar alcanzando el grado de Teniente Coronel. Y que una de sus obras más conocidas, fruto del conocimiento de su tierra, es la publicada en Oviedo en 1858 "Un viaje por Asturias". Un libro curioso y digno de lectura del que me sirvo para recrear un pequeño paseo por la ciudad. Cuando se refiere a Oviedo dice el viajero: "El más pintoresco aspecto presenta la vieja ciudad asturiana, cobijada con el manto de los Reyes y asentada majestuosamente sobre una colina que enseñorea altiva una extensa y amena llanura que se despliega como huyendo de los montes de Morcín y de Naranco". 
Y es precisamente al mentar el Naranco cuando logra captar más aún -cómo no- mi atención. ¿Y qué dice sobre nuestra Cuesta? Pues el paseante Nicolás se refiere al monte en estos términos: "Este renombrado monte que envuelve en niebla casi de continuo su pelada cumbre, descuella altivo, no lejos de Oviedo ostentando sus poéticos recuerdos y famosas iglesias. Dícese debe su nombre y existencia a cierto gigante llamado Noraco, que reinó en Asturias en los tiempos míticos y que siendo allí sepultado, arrojaron sus vasallos tantas piedras sobre su tumba para formar una pirámide, que resultó el actual monte". Curiosa teoría sin duda. En fin. Como no podía ser de otra forma, hablar del Naranco es hablar de sus "celebradas iglesias" de las que dice: "Fueron edificadas por Ramiro I en muestra de gratitud al Cielo por las victorias alcanzadas contra los moros y con los despojos cogidos en el campo de batalla. La de Santa María es digna de los elogios que le tributan los cronistas contemporáneos cuando dicen: es de admirable belleza y perfecto ornato y no tiene semejante en España" De San Miguel cuenta: "Parece por distinta mano fabricada. Tiene forma de basílica, con cimborrio, crucero y capilla mayor, todo de pequeñas dimensiones, y luce dos bellísimos ajimeces calados en cada uno de los brazos de la cruz, y dos bajos relieves antiquísimos. Lo más sorprendente en ambos edificios es su perfecto estado de conservación después de mil años de existencia. Muy cerca de Santa María se descubrieron los vestigios del palacio de recreo de Ramiro, que hace siglos desapareció". 
Bajando el caminante de su paseo naranquino no le fue ajena otra construcción sobresaliente de aquel Oviedo: el acueducto de los Pilares. De él reseña: "Es muy notable la fábrica del acueducto de cuarenta arcos y mil cuatrocientos pies de longitud, y que conduce el agua desde el monte Naranco y que se asemeja mucho a las construcciones romanas, aunque no data sino de últimos del siglo XVI". 
Ya en la ciudad, le llama la atención los "paseos que rodean Oviedo" y que, en su opinión, son "amenísimos, mereciendo el primer lugar el de San Francisco, que fue destinado a cementerio en la terrible epidemia de 1517, y donde se enseñan los robustos robles a que fueron atados para ser fusilados el conde del Pinar, Meléndez Valdés, La Llave, Fitzgerald y Ladrón de Guevara que servían a José Napoleón en su gobierno. Más el canónigo Ahumada, sacando el Sacramento de la Catedral, logró acallar al indignado pueblo y que el glorioso alzamiento de Oviedo en 1808 no fuese manchado con sangre". 
Patrimonio de la imaginación es el cerrar los ojos, trasladarnos al siglo XIX, y acompañar a Nicolás Cástor en tan ovetense paseo. Prueben.
http://suscriptor.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2016/10/24/paseo-oviedo-1858/2002620.html

lunes, 17 de octubre de 2016

LA FERIA DE TODOS LOS SANTOS

La feria de Todos los Santos

Sobre el olvido de la importancia del campo en el municipio

17.10.2016 
La feria de Todos los Santos
Suele decirse de Oviedo que es una ciudad eminentemente de servicios. Puede ser. Pero bien es cierto que tuvo un significativo pasado industrial que, por desgracia, se ha ido orillando a lo largo de los años. Y también, cómo no, en nuestro concejo tuvo su peso la agricultura y la ganadería. Fuera del casco urbano, en una frontera desdibujada, multitud de caserías vivían del cultivo del campo y de la crianza de animales. Es inevitable -permítanme la licencia- caer en los recuerdos propios para ver, como si fuera ayer, a las vacas de Violeta que bajaban desde la Matorra a pastar en la ería del Vallobín, justo delante de mi casa. O cuando acompañaba a mi hermano a Los Casones, corriendo por miedo al negror que invadía las calles del barrio en las tempranas anochecidas invernales, a casa de mi tía Rosario a buscar la leche recién ordeñada. Imágenes hoy, sencillamente, imposibles.
Actualmente, en mayo, la ciudad aún celebra la feria de la Ascensión como homenaje a la gente y tareas del campo, sustento vertebral no hace tanto tiempo, y que, cual pelos en la gatera, hemos ido dejando pasto del olvido en nuestro municipio. Pero había más ferias. Una de ellas tenía lugar por estas fechas: la de Todos los Santos. Según descubro curioseando en la bibliografía, ésta fue concedida por Fernando IV en 1302, durando quince días, desde San Lucas, 18 de octubre, en adelante. Tenía el carácter de "franca" o privilegiada con exención de alcabala, portazgos y otros derechos para los cristianos, moros y judíos que concurrieran. Parece que a finales del siglo XV se pusieron trabas a su celebración, pero el amparo de los Reyes Católicos garantizó su continuidad. 
La fecha fue postergada a 1 de noviembre, hasta que, en 1775 se dispuso su celebración entre los días 20 al 28 de octubre por mejor conveniencia de los participantes y evitar competencia con otras ferias de Castilla. A finales del siglo XIX se fijó su fecha en el 15 de octubre. 
El lugar fue cambiando a lo largo del tiempo; quizá tanto bicho por delante de las casas ocasionaba más perjuicios que beneficios a los sufridos vecinos, quién sabe. Durante tiempo se llevó a cabo en las antiguas calles de Mercaderes (actual Ramón y Cajal), Campo de la Lana (Argüelles), Pumarín y Puerta nueva baja (parte inferior del camino que iría ascendiendo desde Magdalena hacia San Lázaro), San Roque y San Lázaro. 
Decía Fermín Canella que echaba en falta en los alrededores de Oviedo un sitio a propósito para las ferias y otros servicios municipales y convenientes a los pueblos. Pues en ese caso, parece que poco hemos avanzado porque es debate que me suena a muy reciente. Habrá que seguir buscando. 
"Y la gente acude, y la feria empieza, y Oviedo todo se convierte en un inmenso mercado. La ciudad se inunda de bestias que unen sus estentóreos rebuznos y relinchos a los de muchas que en ella se albergan (..) Las tapias de la Plazuela de Riego cúbrense con gigantes paraguas azules y encarnados y los comerciantes de baja estofa andan hechos un azacán para sacar a las puertas del establecimiento todo lo que en sus antros ribeteados de telarañas, dormía el sueño del olvido polvoriento, mohoso y cargado de orín.". Que cada uno cuenta la feria como le va en ella es cosa sabida. Y así lo narraba Luis Menéndez Pidal que, en 1883, nos invitaba a "acompañarme al núcleo de esa baranda; al verdadero centro de la feria; al llamado Campo de la Lana, pues todo lo que por las calles pasa en un día como este, nada es comparado con lo que allá ver puedes con tus ojos, tocar con tus manos, oír con tus oídos, gustar con tu lengua y? ¡oler con tus narices! que en tal lugar no está ocioso ni uno solo de los sentidos corporales". 
Bien haremos en recordar ese Oviedo rural que, sin duda, deberíamos conservar y mimar. En estos tiempos de incertidumbres económicas, reconforta tornar la vista atrás y regresar a ese Oviedo rural que nos permitió llegar a ser lo que hoy somos; no en vano, forma parte de nuestra propia vida. Realidad existencial y vital de nuestro propio devenir.
http://suscriptor.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2016/10/17/feria-santos/1999081.html

martes, 11 de octubre de 2016

"LOS ARCHIDUQUES" EN LA HISTORIA

El Otero

"Los Archiduques", en la historia

Trazos biográficos del celebrado grupo asturiano por el que pasó Tino Casal


10.10.2016 |
Portada de un single que incluía "Lamento de gaitas".


Asomarse a esta ventana cada semana tiene muchas ventajas; una de ellas es la posibilidad que me ofrece de conocer historias, realidades y personas que, de otra manera, probablemente, no conocería. Así, a raíz del artículo sobre Tino Casal hace unos días, tuve la fortuna de conocer a Claudio Menéndez de la Riera. Para aquéllos que ya peinéis canas, seguro que os resulta sobradamente conocido. Claudio fue uno de aquellos jóvenes que, en 1963, junto a Toni Fernández, Tito Rey, Joaquín Huerta, Pedro Suárez y Juan Salute, fundó en Grado el grupo "Los Archiduques". Seguramente uno de los mejores grupos surgidos en Asturias en la década de los 60.
El recordado Tino Casal, un joven de 17 años por entonces, se incorporó unos años después proveniente de "Los Zafiros Negros", grupo que no se había repuesto de la pérdida del batería en un desgraciado accidente. Pero llegó el servicio militar. Esa fue la razón que puso fin al grupo tal como se había conocido hasta entonces. Primero Claudio y luego Pedro Bastarrica -ya en el grupo entonces- y Toni tuvieron que integrarse al campamento de El Ferral del Bernesga. De nada sirvieron gestiones en altas instancias militares para que, al menos, se pudieran incorporar juntos. La mili es la mili. Y ante eso el conjunto no sobrevivió. Aunque en 1972 Tino Casal intentó reunir de nuevo al grupo: Tino, Tito y Toni, junto con otros tres músicos más, Rafa Laviada, Antolín y "Pifu", batería de "Los Surcos". 
Atrás quedaban años de éxitos y actuaciones por toda España, diversos países europeos e, incluso, una gira por África. Y una frustrada gira por Estados Unidos que no pudo ser por las múltiples trabas en la gestión de los necesarios visados, motivadas, probablemente, por las repercusiones del mayo del 68 francés. 
Llegaron a actuar más veces que días tenía el año. Ése era su ritmo de trabajo. Cuando en 1967 dieron el salto a Madrid se convirtieron en asiduos en televisión. Actuaron en programas tan conocidos como "Galas del Sábado", "Escala en HI-FI" o "Musical 14:05". En ese tiempo grabaron dos EP, cuatro sencillos y un LP. 
Tres meses al año los pasaban en el Hotel "Don Pepe" de Marbella. Allí debutó Tino Casal con el grupo. Llegaron a rodar dos películas, una en Marbella y otra en Madrid. Anuncios de aparatos de radio "Telefunken". Con su compañía discográfica, Columbia, grabaron un LP recopilatorio con los doce mejores artistas del sello; allí estaban, entre otros, "Los Brincos", "Pequeniques" o "Los Canarios". 
Por supuesto no faltaron en las fiestas de San Mateo en La Herradura. 
Difícil condensar tanta vivencia musical en unas pocas líneas. Pero, al margen de toda la historia que tuve la suerte de escuchar, me quedo con unas frases que, confieso, me emocionaron y que explican, en buena medida, el secreto de su éxito: "La música es una expresión del alma. Jugaba con la guitarra y era capaz de crear". "No salimos a buscar el éxito; nos lo encontramos. Porque lo que hacíamos lo hacíamos por divertirnos y con pasión". 
Ése es el espíritu de un artista de raza.
http://suscriptor.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2016/10/10/archiduques-historia/1995666.html

lunes, 3 de octubre de 2016

SE NOS VE DEMASIADO EL PLUMERO

El Otero

Se nos ve demasiado el plumero

Sobre las especies invasoras que ponen en peligro el ecosistema local

03.10.2016 
Se nos ve demasiado el plumero
Se nos ve demasiado el plumero

Creo que todos compartimos la sensación de que el mundo es cada vez más pequeño. Y no porque mengue, que no me consta, si no porque un mundo cada vez más global facilita la capacidad de desplazarnos. Todos estamos más conectados aunque, me temo, que no necesariamente implique que nos comuniquemos más. Mi hija va y viene de Londres casi con la misma facilidad con la que yo, de guaje, cogía el 7 de Traval en Vallobín para "ir a Oviedo", mira tú. 
Vivimos en un mundo globalizado. Para bien o para mal es así. Bien, pues esa globalización también facilita que nos visiten especies que, otrora, raramente veríamos por estas latitudes. Me refiero a especies, tanto de flora como de fauna, que nada tienen que ver con nuestros ecosistemas. Hace pocos días leíamos en estas mismas páginas que el sector forestal urgía actuaciones contra la "avispilla del castaño" detectada en Asturias a partir de 2014 y que está, desde entonces, haciendo un gran daño en los castaños de la región. 
Conocido es, asimismo, el peligro que supone para las colmenas asturianas otra especie foránea: la avispa asiática. Por si las abejas tuvieran ya pocos problemas, me las imagino diciendo eso de que dónde éramos pocos? Y en la flora viejos conocidos son los eucaliptos, especie invitada hace algo más de un siglo y que, ya ven, se encuentra tan a gusto. La nómina de plantas invasoras no es pequeña (en Asturias hay catalogadas en torno a 125) y no es objeto de estas líneas realizar ningún tipo de estudio. Pero sí debemos de ser conscientes de que estas plantas suponen un perjuicio para la flora autóctona en tanto y cuanto que poseen una alta capacidad de crecimiento y reproducción desplazando, así, a especies autóctonas. Tienen una elevada flexibilidad y plasticidad fenotípica; vamos, que se adaptan como un guante a su entorno. Hibridan con la gorra, por lo tanto, pueden establecer poblaciones estables a partir de un número reducido de ejemplares. Carecen de enemigos naturales; ¡ancha es Castilla!. Y para colmo producen sustancias que inhiben el crecimiento de otras especies. ¿Quieren un claro ejemplo de una de estas plantas que se está convirtiendo en la reina? El plumero de la Pampa. Una planta que llegó a Europa en el siglo XVIII procedente de América del Sur y que algún lince introdujo en el catálogo del MOPU (Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo) como especie ornamental y para estabilizar taludes y que ahora ha colonizado media Asturias. En el municipio de Oviedo, de poco tiempo a esta parte, se está adueñando cada vez de mayor superficie. Contemplo con preocupación cómo comienza a extenderse por el Naranco ¿Dije antes ya eso de que dónde éramos pocos y lo de la güela? La autovía A-8 es un autentico espectáculo plumeril. Hay zonas ya en el municipio que son como para llorar. Y el caso es que no es fácil de eliminar. Estamos ante una auténtica plaga. 
En fin, que no es por aguar el día a nadie pero la Asturias que conocemos hoy, si sumamos los imprevisibles efectos del ya evidente cambio climático, puede cambiar mucho si no tomamos medidas. La Junta General del Principado, consciente de la difícil que papeleta que plantea la "cortaderia selloana" -que así se llama la interfecta- intentó poner el cascabel al gato. Y en el concejo de Ponga se han propuesto erradicar esta planta para 2020. En 1998 la Dirección Regional del Medio Ambiente activó un plan de seguimiento y tratamiento de los plumeros en la red de carreteras de Asturias, completado en años posteriores, pero al que no se le pudo dar continuidad por falta de fondos. Por otra parte, desde la Universidad de Oviedo y Jardín Botánico, en el marco del proyecto Life-Arcos para la protección de los sistemas dunares de la costa cantábrica, se ha apoyado la concesión del Proyecto Life-Stop Plumeros a petición de La Sociedad Española de Ornitología. 
Ése es el camino. Personalmente, no me gustaría ver Oviedo, en menos de un lustro, plagado de blancos plumeros. O actuamos o, mucho me temo, se nos va a ver el plumero a todos. Y mucho.

http://suscriptor.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2016/10/03/ve-plumero/1992342.html

lunes, 26 de septiembre de 2016

EL ESTANCO DEL MEDIO Y DE ATRÁS

El Otero

El estanco del medio y de atrás

La poco conocida historia de algunos lugares de la ciudad

26.09.2016 
El estanco del medio y de atrás
El estanco del medio y de atrás
Son estas líneas de hoy fruto de un ejercicio que me place: jugar con la imaginación. Soñar con un Oviedo que ya no existe ¿Cómo sería aquel Oviedo anterior a todo lo conocido? Imaginar momentos y lugares que ni siquiera han perdurado en foto alguna. Tiempos con una realidad urbana totalmente desconocida. Zonas que hoy serían completamente irreconocibles. Y en estas, de vez en cuando, se te cruza algún texto, alguna página volandera que alimenta esa curiosidad insaciable y te lleva en a fantasear con escenarios que hoy son, sencillamente, imposibles. Y así me pasó hace días cuando hablando de la calle de Covadonga se cruzó de nuevo en mi camino la denominación "Estanco del Medio". No era la primera vez. Así que vamos a profundizar un poco más e intentar descubrir un paisaje en el que no era difícil encontrar, dentro de la propia ciudad, charcas o lagunas; no en vano, ¿qué era el Fontán más que una laguna? Para saciar esta curiosidad recurro a la obra de Jesús Antonio Pérez González "El barrio de Uría en Oviedo" (1977). También, cómo no, a Tolivar Faes y a su obra imprescindible sobre nombres de las calles ovetenses. Y así descubro que sobre las actuales calles de Covadonga y de Caveda, conocidas en tiempos como "Estanco del Medio" y "Estanco de Atrás" respectivamente, existía a mediados del siglo XIX un pequeño barrio obrero, casi rural. El origen de ese topónimo vendría de los remansos de las aguas venidas del Campo San Francisco y de los desagües de la ciudad, aguas que pasando por el pontón de la Galera (zona de la actual plaza de la Escandalera), seguían por la huerta del Convento de Santa Clara para remansar primero en el "Estanco del Medio" y luego en el "Estanco de Atrás". Sería, por tanto, una corrupción de la palabra "estanque". 
El 28 de mayo de 1877 el ayuntamiento acuerda que la calle "Estanco de Atrás" pase a llevar el nombre de "Caveda", en memoria de José Caveda y Nava. El 7 de agosto de 1869 se le otorgó el nombre de "Covadonga" a la conocida hasta entonces como "Estanco del Medio". 
Los nombres de Estanco de Atrás, Nuevo o Estanco de abajo no son ninguna novedad en el Oviedo del XIX. En un documento del 1 noviembre de 1286 aparece ya esta denominación. Por supuesto, en siglos posteriores se encuentran con facilidad numerosas referencias más. 
En otra obra imprescindible para conocer nuestra ciudad, "El libro de Oviedo" de Fermín Canella, también encontramos información sobre la zona: "Aquellos vecinos, generalmente labradores, echaban narbaso y otros rastrojos a ambos estanques que se quitaron en 1824 y antes se salvaban con un tránsito especial para la gente de a pie. Las mujeres del Estanco de Atrás se dedicaron con preferencia a amasar y vender boroña, por lo que se las llamaba "boroñeras" y "fariñeras", mote del que no se libró ni el San Bernabé de la capilla. Por eso se le cantaban estas giraldillas: Fariñines del Estanco / non bajéis a la Noceda / que vos la tienen jurada / les de la calle la Vega." 
En el próximo paseo urbano que nos lleve por Caveda o Covadonga, cerremos los ojos un segundo e intentemos imaginar aquel Oviedo tan distinto aunque, quizá, no tan distante.
http://suscriptor.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2016/09/26/estanco-medio/1988985.html

lunes, 19 de septiembre de 2016

VEINTICINCO AÑOS SIN TINO CASAL

El Otero

Veinticinco años sin Tino Casal

Sobre la trágica muerte en accidente de tráfico del artista de Tudela Veguín

19.09.2016
Veinticinco años sin Tino Casal
Veinticinco años sin Tino Casal
Fue en la amanecida del 22 de septiembre de 1991. Cerca del madrileño Puente de los Franceses. Un fatídico descuido y un choque contra una farola. Tres ocupantes heridos leves y un fallecido: el ovetense de Tudela Veguín José Celestino Casal Álvarez, Tino Casal. Contaba 41 años. En este tiempo había conseguido convertirse en uno de los más singulares intérpretes en aquellos años de eclosión musical que vinieron en llamarse "la movida". Sin duda Tino Casal fue un artista original. Me atrevería a decir que rompedor. Y mucho. Gerardo Quintana, autor de su biografía "Más allá del embrujo", juzga que Tino Casal se había adelantado tanto a su tiempo que aún no ha podido ser valorado en su justa medida. No era fácil lograrse un hueco pero él lo consiguió y, quizá, su temprana desaparición lo haya llevado a convertirse en un mito. Veinticinco años después de su muerte su obra sigue vigente y fresca. Viva. Se reeditan sus discos y se hacen conciertos homenaje, como el tributo que en las fiestas de San Mateo, el día 20, le rendirán Loquillo, "Los Secretos" y la orquesta "Assia". También será profeta en su tierra. El 30 de septiembre y 1 de octubre, en su localidad natal, tendrá lugar un coloquio en el que se hará un repaso por su obra musical y artística. Al día siguiente la banda de música "Ciudad de Oviedo" ofrecerá un concierto en el que interpretará varios de sus temas. 
Sus inicios, como tantos otros, en orquestas recorriendo pueblos de fiesta en fiesta. La primera "Los Zafiros Negros" siendo aún un adolescente. Luego vinieron "Los Archiduques", uno de los principales grupos de los sesenta en Asturias. Tino Casal se incorporó en 1967 por casualidad al sustituir al cantante que estaba enfermo. Con ellos llegó a grabar tres discos. El tema "Lamento de gaitas", obtuvo un gran éxito. Por cierto, el videoclip que realizaron para promocionar el tema fue grabado en Santa María del Naranco y no tiene desperdicio. Se lo recomiendo. 
Pero como él mismo llegó a decir: "Con los Archiduques todo se reducía a ir a un sitio, tocar y cobrar". Incompatible, me temo, con su forma de ser y de entender la música. Por eso a nadie debió de sorprender su marcha a Londres en el inicio de los setenta. Un nuevo mundo se abre ante sus ojos. Un mundo dominado entonces por los Beatles y Rolling Stones y donde descubre a David Bowie y, con él, una nueva corriente musical, el "glam rock" con una estética inspirada en los travestis neoyorquinos. Plataformas, plumas, colorido y lentejuelas que deslumbraron a un joven Tino Casal. Estilos techno y new romantic de los que se empapó. 
En 1977 regresa a España e inicia una nueva etapa de éxito que, supongo, será suficientemente recordada en estos días. 
El amanecer del 22 de septiembre de 1991 puso punto final a su carrera. Un artista divertido, singular, único, con un gran talento interpretativo y una gran voz. Compositor, pintor, escultor. Transgresor en sus formas; no en vano él decía: "Me odian porque me he adelantado con la chaqueta que ellos pensaban ponerse". 
Murió la persona pero su música vivirá para siempre. 
Es el legado de los genios.
http://www.lne.es/oviedo/2016/09/19/veinticinco-anos-tino-casal/1985610.html