lunes, 30 de enero de 2017

AURELIO DE LLANO Y ROZA AMPUDIA

El Otero

Aurelio de Llano y Roza

Ochenta años desde el fallecimiento del folclorista asturiano

30.01.2017


Hace unos días, LA NUEVA ESPAÑA nos informaba de que las obras del folclorista Aurelio de Llano, entre otros, pasaban a ser de domino público al haberse cumplido los ochenta años desde su fallecimiento. Descubrí a Aurelio de Llano hace años a través de su obra "Pequeños anales de quince días. La Revolución en Asturias". Tiempo más tarde, rebusqué por librerías de antiguo hasta encontrar sus libros "Bellezas de Asturias de oriente a occidente" y "Del folclore Asturiano". Quizá sea buena ocasión para hacer un repaso a su vida. 
Aurelio de Llano nació en Caravia el 19 de marzo de 1868. Se formó en Mieres como facultativo de Minas trabajando en distintos centros industriales de la región. Aunque siempre fue compaginando su profesión con su gran pasión: el estudio de la historia y del folclore asturianos. Sus inicios en esta faceta fueron como colaborador en "El Carbayón". Su primera publicación en 1906 "Hogar y Patria. Estudios de casas para obreros". En 1916 acomete excavaciones con el fin de reconstruir el trazado de la primitiva planta de San Miguel de Lillo, publicando sus resultados en la monografía: "La iglesia de San Miguel de Lillo". Esa exitosa experiencia le dio ánimos para emprender el estudio de la historia y del folclore de su Caravia natal, publicando en 1919: "El libro de Caravia". En los años posteriores continúa con la recopilación de material folclórico regional publicando, en 1922, su obra cumbre: "Del folclore asturiano: mitos, supersticiones, costumbres" con prólogo de Ramón Menéndez Pidal. Fue seguida de varios estudios, también del máximo interés. 
En 1935 publica el interesantísimo libro que antes mencionaba: "Pequeños anales de quince días. La Revolución en Asturias" en el que cuenta, con reconocida objetividad y detalle de observador privilegiado, los sucesos vividos en la ciudad durante los días de la revolución de octubre de 1934. Dejemos que él mismo nos los cuente: "Se oyen en Oviedo los primeros tiros de la revolución. Y me entran deseos de ver algo de lo que ocurre en el contorno, por lo cual me sitúo a veintitantos metros de altura en una ventana abierta detrás de la balaustrada de la cornisa del edificio número 3 de la calle Cervantes. Desde allí, la vista abarca gran extensión de terreno: el monte Naranco, la Argañosa, Buenavista, el cerro del Cristo de las Cadenas, San Esteban de las Cruces, la Cadellada, el cuartel de Pelayo, el hospital provincial, la estación del ferrocarril del Norte? En aquella altura pasé los días de la revolución y muchas horas de la noche tomando notas de cuanto veía (..) A esta obra quiero darle un carácter imparcial. No estoy afiliado a ningún partido político. Esto, unido a la independencia que disfruto, y a mi modo de ser, me deja la pluma libre para escribir imparcialmente -como debe escribirse la historia- lo que ha ocurrido en los días de la revolución". 
Aurelio de Llano estaba en posesión de varias condecoraciones y títulos honoríficos y era miembro de las Academias de la Historia, de la Lengua y de Bellas Artes y de varias instituciones culturales nacionales y extranjeras. Falleció en Madrid el 2 de noviembre de 1936 y, con su muerte, en palabras de Juan Ignacio Ruiz de la Peña, autor de una pequeña biografía con motivo del centenario de su nacimiento y de la que tomé buena parte de la información, "perdían los estudios folclóricos asturianos uno de sus más dignos y entusiastas cultivadores".
http://suscriptor.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2017/01/30/aurelio-llano-roza/2049499.html

lunes, 23 de enero de 2017

PATADAS AL CASTELLANO

El Otero

Patadas al castellano

Sobre el abuso de los anglicismos

23.01.2017 
En su informe de 2016, el Instituto Cervantes estima que más de 472 millones de personas tienen el español como lengua materna, segunda lengua materna en el mundo en número de hablantes tras el chino mandarín. Y aumentando. A su vez, más de 21 millones de alumnos optan por el español como lengua extranjera. No está nada mal. Algo por lo que sentirnos orgullosos. Por eso me duelen las patadas y menosprecios que recibe, cada vez con más frecuencia. Tal pareciera que tenemos cierto complejo ante lenguas en teoría más pujantes o modernas, como el inglés que, poco a poco, se cuela, un poco a empujones, entre nuestro castellano. 
Un idioma, obviamente, es algo vivo, que no lo hace ninguna Academia ni ningún poder establecido. Lo hacen las personas que lo hablan y, por tanto, ha de ser permeable al presente en el que vive. Los préstamos de palabras entre lenguas es cada vez más normal. De acuerdo. Pero, como suele ser habitual, la virtud ha de estar en el término medio. Y esa permeabilidad de las lenguas no impide que cuidemos nuestra lengua y moderemos el uso de anglicismos que, en muchos casos, resultan francamente ridículos e innecesarios. Desandando un poco el calendario hasta el otoño, vemos como el Halloween se adueña con sus brujas, calaveras y demás memeces de aulas, escaparates y calles. Qué le vamos a hacer? batalla perdida. Ahora también el "Black Friday" y su secuela del "Ciber Monday" parece que han venido para quedarse. Pues vaya. Y como donde éramos pocos parió la güela, ahora, al tercer lunes de enero, les da por llamarlo "Blue Monday", el día más deprimente del año. 
En las pasadas navidades algún comercio ya ostentaba en su escaparate "Happy Christmas" que para qué vamos a poner Feliz Navidad, que queda menos fino? Y en días recientes llevé a cabo un experimento consistente en ir dando un paseo por la calle Uría hasta el Fontán y anotar todos aquellos escaparates con eslóganes que, a buen seguro, la generación de nuestros mayores, no entenderían nada; por ejemplo: "Home style", como si la casa así vaya a ser más moderna, mira tú. Varios lucen el cartel de "Sales". Con lo fácil que es poner "rebajas", las de toda la vida hombre? Otro: "Special prices" ¡home no me?! Más. "Beatiful styles". Caramba, siendo así apetece entrar y comprarlo todo. No puede faltar el consabido "shop online", que si no sabes lo que es implica que te has quedado en el Oviedo de Ana Ozores por lo menos. Y el "Woman collection" es como para arrasar los mostradores por si acaso. Ahora, este sí que es para nota: "Find focus on the move". Si no saben qué significa, se siente, son unos fósiles que no están al día. Ahora, que una tienda de zapatillas deportivas se llame "Sneaker store", convendrán conmigo que tiene su aquel. Esto lo ponen hace cincuenta años y el cachondeo sería memorable. Otro reza "fashion if my affection"; vamos, que su ropa te tiene que gustar un güevu. Todos verídicos y todos en un par de calles ovetenses. Dejo a un lado los anuncios de perfumes que son como para echarles de comer aparte. Y luego tenemos a los anglicismos que ya se han hecho como de la familia: babysitter, business, call center, casting, catering, click, email, jogging, performance, play off, running, shopping?y cientos más que, como plaga invasora, han infestado nuestro rico idioma orillando las alternativas en castellano que, haberlas, las hay. 
Curiosamente, donde todos los carteles del escaparate están en español es ¡en una academia de inglés! 
En fin, que parece que nos estamos volviendo un poco lerdos consintiendo tanta patada en salva sea la parte a nuestro fantástico castellano y no sintiéndolo, como decía Azorín, "como un licor que paladeamos, y del cual no podemos ya prescindir". Siguiendo sus palabras, "que seamos, con tanto beber de este licor, beodos del idioma".
http://suscriptor.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2017/01/23/patadas-castellano/2045779.html

jueves, 19 de enero de 2017

AMIGOS DEL NARANCO

Amigos del Naranco

La triste noticia de la disolución de un colectivo que defendía el monte ovetense

16.01.2017 
Que el Naranco es una de mis preocupaciones y ocupaciones no es ningún misterio. Muy probablemente haya sido el lugar al que, desde este Otero, más veces haya dirigido la mirada. Junto con muchos otros, pretendo ser el "Pepito Grillo" que contribuya a vencer el que, a mi juicio, es el mayor de sus problemas: la indiferencia. 
Esta semana pasada conocíamos que una de esas voces colectivas que luchaban por situar al Naranco en la actualidad se extinguía. La asociación Amigos del Naranco que había nacido en el año 2000 "como un medio para la defensa, protección, mantenimiento, recuperación y mejora de ese patrimonio natural, rural e histórico de la Sierra del Naranco", decidía su disolución. Una triste noticia para todos los que sentimos al Naranco como un patrimonio esencial de la ciudad. Vaya desde aquí mi reconocimiento y agradecimiento a todos los que conformaron esa asociación, muchos de ellos con trayectorias de compromiso previo en muchos ámbitos de la sociedad. Especial recuerdo a dos de sus presidentes, ambos recientemente fallecidos, Francisco Alonso Mori y Eduardo Fernández-Pola Conde. 
Habían tomado el nombre de aquella vetusta Sociedad Amigos del Naranco, constituida el 21 de julio de 1928 en los locales de la Coral Vetusta en la calle Cervantes cuyo objetivo, entre otros, era la construcción de la carretera de acceso a la cima. Asimismo, suya fue la responsabilidad de organizar la concurrida Jira al Naranco y que, como dijimos en la presentación de la asociación Manos por el Naranco en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, pretendemos recuperar con un doble propósito: recobrar, en la medida de lo posible, la que fue una importante romería ovetense. Y por otra parte, sin perder ese carácter festivo y familiar, celebrar un encuentro que sirva como aldabonazo a la conciencia ovetense de lo importante que es volver la mirada hacia ese Naranco al que, durante tantos años, hemos dado la espalda. 
La carretera fue una realidad en 1931 con un coste de 99.910 pesetas. La Jira se celebró por vez primera el domingo 17 de julio de 1929. Un encuentro festivo que llegó a reunir, en el lugar que hoy ocupa el área recreativa, hasta 25000 romeros. Se celebró hasta que la guerra civil le puso fin. Los intentos posteriores por recuperarla no fructificaron. 
Nunca son bastantes las voces y las manos para defender nuestro monte. Nunca. Por eso es de lamentar la pérdida de una asociación como la de "Amigos del Naranco" que tuvo su razón de ser en la defensa de nuestro viejo "Naurancio". 
Ojalá, cada día, sean más las voces y las manos que se alcen e impliquen por legar a los futuros ovetenses un Naranco mucho mejor del que vemos en la actualidad. 
Es nuestro deber y nuestra responsabilidad.
http://suscriptor.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2017/01/16/amigos-naranco/2042267.html

martes, 10 de enero de 2017

DESEOS REITERADOS

El Otero

Deseos reiterados

Peticiones para Oviedo y los ovetenses en el año que comienza

10.01.2017
Enero toma su nombre del dios romano Jano, representado con dos caras; el dios de las puertas, del principio y del fin. Enero es el inicio, la puerta de un nuevo caminar. Puertas abiertas de par en par a nuevas oportunidades. Por eso anhelamos un deseo con cada una de las uvas que caen al son de las campanadas. Tampoco falta nuestra particular carta a los Reyes Magos de Oriente y, como siempre, desde esta ventana, al margen de peticiones personales, cómo no, también está la nómina de deseos para mi ciudad, espacio que es mucho más que una mera realidad urbanística o arquitectónica. Soy de los que creen que se puede llegar a amar a una ciudad. Y Oviedo, estoy convencido, es merecedora de sentir pasión por ella. 
Y hete aquí que, releyendo las anteriores misivas, caigo en la cuenta de que los deseos siguen siendo los mismos: o soy muy ambicioso, o muy poco original, o algo hacemos mal para que no seamos capaces de tornar las sombras en luces. Voy a releer las peticiones del año pasado. Acompáñenme en el repaso y juzguen ustedes si comparten las peticiones. 
Lo primero, ¡haya salud! Cuando vemos en nuestro entorno lo huidiza que se torna, especialmente en nuestros mayores, más reiteramos el deseo. 
Por supuesto, que nos dejen vivir en paz. No más guerras. No más terrorismo: ¡paz! Compartirán conmigo que como especie humana poco avanzamos. 
Como parece que esto del cambio climático va en serio, que no nos carguemos el planeta. Sensatez y visión de futuro. Pues vaya. Qué más podemos decir... ¿Seremos tan temerarios como para cruzar un punto de no retorno? 
¡Vamos, vamos Oviedo! ¡Queremos verlo en Primera como se merece! 
Como el cansino histórico, sigo pidiendo y esperando una apuesta firme, real y decidida por recuperar el Naranco para los ovetenses. Se lo seguimos debiendo. Un año ha pasado y seguimos esperando. Por esperar que no quede. 
Que nuestros dirigentes municipales, ya que no son Dios que sí puede ser uno y trino, que trabajen unidos por el bien de todos los ovetenses. ¡Ah! Y que no se olviden de la maravillosa zona rural. Sigo deseándoles el mayor de los éxitos; no en vano, sus aciertos serán los de todos. 
Nadie sin trabajo. Un año después seguimos con cifras intolerables de paro y demasiado empleo precario. 
Ni una sola mujer más víctima de ninguna violencia. ¡Basta ya! Sin comentarios. 
Un buen plan para el Cristo y La Vega. Ambicioso. Ahí continúa el reto para el futuro de la ciudad. 
"Porque es posible, nadie sin hogar". Pues si es posible, ¡hay que conseguirlo! Y no podemos renunciar a ese objetivo en 2017. 
Que a nuestros mayores no les falte afecto, ni pan, ni calor, ni compañía. Lo reitero. 
Y por último, que los ovetenses sepamos convivir encontrando más lo que nos une que lo que nos separa. ¿A que no es tan difícil? Pues, sinceramente, lo mismo creo hoy. 
Queden aquí estos deseos reiterados para el nuevo año con la confianza de que, el año próximo, podamos tachar alguno porque, entre todos, lo hayamos conseguido. 
¡Feliz 2017!
http://suscriptor.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2017/01/10/deseos-reiterados/2039307.html

lunes, 2 de enero de 2017

EL ÚLTIMO CAFÉ

El último café

02.01.2017

Durante muchas mañanas impregnó estas páginas de LA NUEVA ESPAÑA con el agradable aroma del café recién hecho. Como antes lo había hecho en Radio Asturias. Cada mañana nos servía un café humeante, bien calentito, edulcorado con terrones de cariño, de sencillez y, a la vez, de profundos sentimientos. No eran pocos los lectores que valoraban, agradecían y, últimamente, echaban de menos este primer café periodístico. Quien nos lo servía era Félix Rodríguez Torre, que firmaba como Félix Richard, cuentan que por su gran parecido con el actor norteamericano Richard Widmark. Entre toda la marabunta de noticias diarias, sus palabras afables, entrañables y tiernas, tenían el don de llegar al corazón. Y para ello, unas pocas líneas le bastaban. 
El viernes, como queriendo irse con el calendario que languidecía, nos dejó, un poco por sorpresa, en silencio, dejando un gran vacío entre los suyos. Una ausencia que sobre todo, Marina, su mujer, sentirá de forma especial. 
Félix ha sido una de esas personas que, aun sin tener una gran relación directa con él, ha formado, desde siempre, parte de mi vida. Era de los que aún me llaman "Carlitos" -cosa que me agrada enormemente- porque supongo que, en cierta forma, aún ven en mí al crío que correteaba todo el día por debajo de su ventana y que, con cierta frecuencia, llevaba a algún merendero en su Seat 124. Recordando estos días a Félix, me sorprendía, cosa curiosa, que una de las imágenes que conservo de él de forma más vivaz es la de verle asomado en la ventana de su casa con la compañía de "Key", un perro de rizos negros y un poco tarambana, a su lado. Una ventana abierta de par en par a Vallobín e, imagino, que durante tiempo también abierta al mundo cuando su salud se volvió un poco más quebradiza. Y eso que Félix había sido un deportista que ahora casi podríamos definir "de élite". Había sido paracaidista y eso, claro, para un guaje de aquellos años que los únicos paracaidistas que había imaginado eran los de los cómics de "Hazañas Bélicas" que compraba mi hermano y alguno de películas americanas de guerra, era algo que le convertía a mis ojos en una especie de héroe raro. 
De su paso por Radio Asturias, Radio Oviedo, "La Voz de Asturias" y la Jefatura Provincial de Tráfico dejó un buen reguero de amigos que, a buen seguro, no pocas anécdotas y vivencias podrían contar. 
No es mi pretensión hacer ninguna prolija elegía de su vida que, ciertamente, no soy la persona idónea, pero sí plasmar en estás líneas mi recuerdo hacía él y, en cierta manera, personalizar en él a tantos otros vecinos de aquel barrio y de aquellos años en los que éramos como una gran familia unida por el vínculo de la cercanía, de la naturalidad, de la sencillez y del afecto sincero. Afecto que desde aquí traslado a su mujer y a sus hijos, a los que tanto aprecio. 
Con él, con cada uno de los que se van, de alguna forma, también se va un trocito de mi infancia. De mi propia vida.
http://suscriptor.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2017/01/02/ultimo-cafe/2035960.html