domingo, 23 de mayo de 2010

San Pedro de los Arcos: un templo centenario presidiendo una historia milenaria

San Pedro de los Arcos: un templo centenario presidiendo una historia milenaria.


A lo largo del año pasado, como pudimos seguir en su día a través de La Nueva España, varias parroquias de Oviedo han celebrado con diversos actos, su 50º aniversario. Medio siglo de vida pastoral imbricada en nuestra ciudad. La mayor parte de ellas, por cierto, hijas de la vetusta parroquia de san Pedro de los Arcos.


Y es que la historia de la parroquia de san Pedro de los Arcos se pierde en la noche de los tiempos. Es seguro que en época románico visigótica el otero que preside esa zona de la ciudad ya estuviera ocupado por una capilla de mayor o menor importancia como así lo atestiguan diversos vestigios arqueológicos hallados en la zona en los años setenta del pasado siglo. Esa capilla a su vez, tras sucesivas modificaciones dio lugar a una sencilla iglesia rural, derruida en el año de 1908 para construir sobre su solar la actual iglesia parroquial, obra del entonces arquitecto diocesano Luis Bellido, obra de estilo historicista con un entronque con el modernismo de la primera década del s. XX e inaugurada en 1910; por tanto, en este 2010 celebraremos el centenario de nuestro templo e intentaremos hacerlo como se merece, con sencillez, pero con el eco y actos que den la relevancia y protagonismo que tanto nuestra milenaria historia parroquial, como nuestro ya centenario templo merecen.


A tal fin, hace tiempo que venimos preparando una serie de actos y celebraciones con los que pretendemos contagiar no sólo a nuestra parroquia, sino a toda la ciudad de Oviedo, de ese entusiasmo e interés por compartir esa gran historia de la que tan orgullosos nos sentimos.

Sabido es que nuestra parroquia llegó a ser de las más extensas en territorio de la ciudad abarcando desde el Cristo de las Cadenas, hasta Pumarín, e incluyendo en su apeo los territorios que actualmente ocupan las parroquias del Cristo de las Cadenas, san Antonio de Padua, san Melchor de Quirós, Nuestra Señora de la Merced, san José de Pumarín, san Pablo de la Argañosa, y buena parte de san Francisco. Así pues, es fácil que a lo largo de nuestra historia más reciente, cientos de ovetenses, tuvieran como centro de sus celebraciones religiosas familiares nuestro templo parroquial; es comprensible por tanto, nuestro interés de superar nuestros límites geográficos en esta conmemoración.

Es nuestra intención elaborar un completo programa de actos que abarque tanto el aspecto litúrgico, como cultural, como festivo, para lo que esperamos contar con la aportación y colaboración de muchos y de los que iremos informando convenientemente, que no es menester extenderse en demasía en este artículo que sólo pretende ser una avanzadilla y pregonar en este inicio de año que en san Pedro de los arcos, estamos de fiesta de cumpleaños; ocasión habrá -espero- de poder contar mucho más de esa rica historia.


Y es que me resulta francamente complicado, condensar en un breve texto, tanto como me gustaría decir de lo que fue para Oviedo tanta historia vivida; me quedo sólo con que san Pedro de los Arcos, es más que un nombre, más que un lugar, más que su propia y larga historia... ha sido y es una vivencia, un sentimiento. Y de eso, a veces, cuesta más hablar.

Esperamos y confiamos que la comunidad actual, heredera directa de tantas generaciones de ovetenses que a lo largo de la extensa historia de vida de nuestra parroquia han pasado por ella, siga aportando su grano de arena en la construcción de una sociedad más justa y solidaria y celebrando su fe en este hermoso templo que desde el otero de san Pedro de los Arcos, preside desde hace un siglo, el latir cotidiano de nuestra ciudad.



Publicado en La Nueva España el 16 de febrero de 2010

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