lunes, 19 de marzo de 2018

ALFONSO II: REY DE OVIEDO

El Otero

Alfonso II: rey de Oviedo

Ante la conmemoración, mañana, 20 de marzo, de los 1.176 años del fallecimiento del monarca

19.03.2018 | 03:39


Es comúnmente aceptada, aun con dudas, como fecha de la muerte de Alfonso II el 20 de marzo del año 842; por tanto, se cumplen mañana 1.176 años de su fallecimiento. Hijo de Fruela I y de Munia de Álava, había nacido en Oviedo en el año 759. El medio siglo de reinado supuso para el joven reino de Asturias la seguridad de su supervivencia frente a la constante amenaza islámica. El mismo corazón del Reino, Oviedo, sufrió sendos ataques en el año 794 y 795. Esa firme resistencia de Alfonso y de los Astures, en palabras de Sánchez Albornoz: "salva a la España cristiana". No sería descabellado otorgar a Alfonso el mérito de ser el verdadero fundador del reino astur; no en vano, fue bajo su reinado cuando se dotó a éste de las características propias de un estado tanto en su forma política, como en lo concerniente a su integridad territorial así como de una importante estructura ideológica. 
Puede considerarse también como un rey constructor. A él debemos el traslado de la capital del reino a Oviedo. Una pequeña ciudad que había sido creada por Fruela a partir de la base de un establecimiento monástico, dejando al margen el relieve de un asentamiento romano previo de mayor o menor importancia. Alfonso dota a la ciudad de palacio, basílica, murallas y en ese periodo se constata un notable incremento de población. 
No podemos olvidarnos, leyendas al margen, de que fue él, en cierto modo, el primer peregrino jacobeo cuando, tras el supuesto descubrimiento del sepulcro del apóstol, el rey viajó a Iria Flavia donde levantó una iglesia para acoger y venerar los restos de Santiago. 
En su reinado florece el arte de manera sobresaliente: San Julián de los Prados, Santa María de Bendones, San Tirso, la Cámara Santa o San Pedro de Nora en el concejo vecino de Las Regueras. Y nuestra Cruz de los Ángeles, símbolo de la ciudad. Cruz que, en palabras de Pedro Medina, matemático, astrónomo e historiador del siglo XVI era "hecha de oro fino, y salía della tan gran resplandor que los ojos que la miraban no podían mirar". 
En resumen, una arquitectura única con unas peculiares características para un nuevo reino. Un nuevo estilo al que Jovellanos bautizaría como "Arte Asturiano". 
Incluso podríamos hablar de "política exterior"; no en vano, el reino de Asturias mantenía relaciones con el imperio carolingio aunque no esté claro cuál era su verdadero alcance. 
Sobre la importancia de la relación de Alfonso con Oviedo, el agustino Fr. Manuel Risco (1735-1801) dice del Rey Casto: "una de las primeras empresas (del rey) fue elegir un pueblo que, engrandecido y condecorado con algunas obras magnificas, fuese Corte y asiento digno de su persona y de los sucesores en el Reino. Inclinose su afecto a la ciudad de Oviedo, así por estar situada en medio de Asturias, y en terreno fértil y apacible, como por ser población nueva y fundada por Fruela. Aquí pues asentó el solio Real, y desde este tiempo él y sus sucesores se llamaron Reyes de Oviedo". Sobre su muerte, cuenta Risco: "El cadáver fue enterrado con gran solemnidad y veneración en la Basílica que él mismo fundó a el lado septentrional del templo del Salvador, consagrada al nombre de la Virgen María y llamada desde aquel tiempo hasta aquí del Rey Casto. El cronicon de Albelda pone al acabar la memoria de este Principe el epitafio de su sepulcro de esta forma: El que hizo todas las cosas en paz, en paz descansó. En honor de quienes están levantados estos doce santos altares, aquí yace sepultado". 
En Madrid, en el siglo XVIII, se decía con relación a Carlos III, "el mejor alcalde, el Rey"; pues bien, quizá a pesar de los 1176 años transcurridos desde su fallecimiento, los ovetenses no deberíamos olvidar la trascendencia que para Oviedo tuvo el reinado de Alfonso II. Quizá una buena manera de agradecérselo sea perpetuando su memoria y qué mejor modo, que uniéndonos al responso -tradición recuperada hace años por Raúl Arias del Valle, canónigo fallecido en 2003- con el que cada 20 de marzo se le recuerda en la Catedral ovetense. 
Y un deseo final: ojalá perdure su recuerdo en las generaciones venideras de ovetenses. Estaremos haciendo justicia con la historia.
http://www.lne.es/noticias-suscriptor/suscriptor/oviedo-opinion/2018/03/19/alfonso-ii-rey-oviedo/2255777.html

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