lunes, 12 de febrero de 2018

LOZA DE SAN CLAUDIO

El Otero

Loza de San Claudio

Esplendor y decadencia de una empresa señera en Oviedo

12.02.2018 | 03:28
La fábrica de loza, en una imagen de 1959.
El Museo Arqueológico de Asturias presenta, hasta el próximo domingo, una exposición inspirada en la fábrica de loza de Asturias con el nombre de "San Claudio. In memoria 1901-2009". Una muestra que, sin duda, será útil para evocar esa gran industria que tanta vida dio a San Claudio y que, injustificadamente, se dejó morir. 
Esa exposición sirvió para avivar también en mí la curiosidad por profundizar más en la historia de esa industria ovetense que, por cierto, siempre estuvo muy ligada a mis propios recuerdos. La casa de mi abuelo paterno estaba próxima a San Claudio; en ella nació mi padre en 1915. Y el primer lugar en que trabajó fue, precisamente, en la fábrica de loza. Allí estuvo hasta la sublevación militar de 1936. Recuerdo que se quejaba de que le debían aún 2,50 pesetas que, por supuesto, nunca cobró. La vajilla familiar que sólo veía la luz en Navidad o el día de la fiesta del barrio era, cómo no, de San Claudio. Como lo es la actual que, mira tú, comparte modelo con la que lucen los Reyes en su comedor. Pero anécdotas y recuerdos personales al margen que poco aportan vamos a indagar en esa industria de San Claudio, donde parece que ya, desde antiguo, existieron otras fábricas de cerámica. En ese contexto, el 12 de septiembre de 1901, el alcalde Oviedo recibe desde Madrid el visto bueno a la instancia y planos presentados por Senén Mª Ceñal, vecino de Oviedo, que solicita permiso para instalar una fábrica en la finca denominada "Huerta de abajo". Actuaba Senén como socio gestor de la Sociedad Senén Mª Ceñal y Cía., constituida en Oviedo el 22 de junio de 1901. La construcción de la fábrica comenzó a finales de septiembre en las inmediaciones de la estación de San Claudio sobre un conjunto de fincas rústicas valoradas en 20.000 pesetas. Tras año y medio de trabajos a cargo de cincuenta obreros y un coste de un millón de pesetas pudo comenzar la producción. 
En mayo de 1920 la Sociedad Senén Mª Ceñal y Cía. vende la fábrica a José Fuente y Díaz Estébanez; no había podido superar la crisis sufrida a consecuencia de la I Guerra Mundial. A partir de ahí continúa una larga e interesante historia, inabarcable en estas líneas que, para aquellos que quieran profundizar en ella, está recogida en un magnífico y muy recomendable trabajo firmado por Marcos Buelga y publicado por el Museo de Bellas Artes de Asturias en 1994: La fábrica de Loza de San Claudio, 1901-1966. 
Loza de San Claudio destacaba por las técnicas de decoración cerámica bajo esmalte que constituían las más avanzadas del momento. Esa técnica decorativa empleada era la única forma de garantizar que los dibujos y colores se mantuvieran indelebles a lo largo del tiempo. 
En la segunda mitad del siglo XX, San Claudio emprende un notable proceso de expansión por diversos mercados europeos. Este periodo de éxito está relacionado en buena medida con la incorporación en 1952 como director artístico del joven decorador vasco Luis Fumanal Otazo que permaneció en San Claudio hasta 1989, periodo en el que la fábrica de loza ovetense se situó entre las más importantes de España y de Europa. Precisamente hace ahora justo un año, el Museo de Bellas Artes de Asturias dedicó una exposición, comisariada por Marcos Buelga, al trabajo de Fumanal en San Claudio. 
Pero -y de eso ya sabemos algo en Oviedo- nada es eterno en la historia de la industria local y con el fin del mes de abril de 2009, la fábrica de loza de San Claudio, bajó la persiana para siempre. Ante muchas dudas por los motivos reales del cierre y el traslado a Marruecos de la producción. De nada sirvieron las movilizaciones de los trabajadores apoyados masivamente por los vecinos de San Claudio y de buena parte de la sociedad ovetense. 
Actualmente, el gobierno local, está estudiando la posibilidad de compra de las instalaciones para hacer un centro de interpretación de lo que fue y significó para San Claudio y para Oviedo esta centenaria fábrica. 
Pero a la espera de novedades los restos de la que fuera exitosa fábrica de loza languidecen entre el abandono y el olvido como testimonio de una desacertada y polémica gestión y clamando desde el silencio de la propia vergüenza que su futuro bien podría haber seguido en San Claudio. Sin duda.
http://suscriptor.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2018/02/12/loza-san-claudio/2237317.html

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