lunes, 23 de noviembre de 2015

REGRESO AL PASADO

El Otero

Regreso al pasado

La fantasía de viajar en el tiempo y contemplar los acontecimientos históricos de la ciudad

23.11.2015 
Regreso al pasado
Regreso al pasado
Un siglo se cumplirá el próximo miércoles desde que Albert Einstein presentara ante la Academia Prusiana de las Ciencias su Teoría de la Relatividad General, teoría que alteró nuestra manera de concebir el espacio, la energía o el tiempo y que tuvo no pocas repercusiones, filosóficas incluso. También este año, el 21 de octubre, fue la fecha que muchos esperábamos con la ilusión de encontrarnos por la calle a Marty McFly y a "Doc" a bordo de su DeLorean, viajeros asombrados desde un lejano 1985. Mucho daría por subirme a bordo de tan fantástica máquina, émula de la creada por H.G. Wells en 1895 y a la que alguna vez ya cité en estas líneas porque sería vehículo perfecto para saltar por el tiempo y saciar tanta curiosidad. Bien es cierto que el interés en brincar de un tiempo a otro conlleva el riesgo de que te acabes perdiendo el presente y, al final, ni aquí ni allá. Suspirar permanentemente por lo vivido, (cualquier tiempo pasado fue mejor), o pasar la vida pensando en que cuando llegue a no sé cuándo haré no sé qué, es habitual y, entretanto, el presente se te va de las manos como el agua de un cesto. Y eso no es plan. No me voy a meter en ningún jardín científico ni a pisar ningún charco filosófico pero lo cierto es que gracias a Einstein y su teoría, o con la literaria máquina de Wells, o bien a bordo del DeLorean, la posibilidad de asomarme no ya a lugares, sino a momentos lejanos, se me antoja muy atractiva. 
Vamos a hacer un ejercicio. Acabo de alquilar el DeLorean por unos días (ya pagaremos a escote?) y les invito a dar una vuelta, como decíamos con la bici. Les propongo que piensen unos segundos y elijan a dónde, perdón, a cuándo ir. Y por eso de acotar, que el tiempo es muy suyo, escojamos un momento de la historia de nuestra ciudad que para eso estamos en las páginas de Oviedo. ¿Ya?? ¡Ah! que no es fácil? ¡Claro que no! Mira que hay dónde? y dale? cuándo escoger. O me van a decir que no les encantaría asomarse al Oviedo del siglo I y comprobar que quizá, la colina de Ovetao a la que arribaron Máximo y Fromestano en el 761 no estaba tan desierta como se cree. Tampoco estaría mal asomarse al momento en el que Fruela decide construir una basílica en honor al Salvador. Quedarse un tiempo por allí y esperar a que Alfonso II comenzara la gran transformación de la urbe. Ir con él a Compostela para vanagloriarnos de que fuimos pioneros en el peregrinaje jacobeo. Y haber sido espectador de la apertura del Arca Santa en el 1075 no me negarán que habría sido para nota? O acompañar a Juan I en 1388 en la fundación del Principado de Asturias en una ciudad que iba creciendo poco a poco. 
Ser testigo de algunos de los muchos momentos interesantes que el siglo XIX protagonizó esta ciudad. Y qué me dicen del turbulento siglo XX. Si no fuera por lo mucho que se sufrió, contemplar con ojos, sin duda llorosos, el octubre revolucionario o la confrontación civil sería? pongan el adjetivo que consideren. 
Quién no soñó con encontrarse a sus abuelos o padres peleando por salir adelante en aquellos años duros de posguerra y charlar con ellos desde el anonimato que nos daría el futuro? 
Aunque quizá, al final de tanto viaje temporal, llegaríamos a la conclusión de que dónde mejor estamos es ahora. Así que vivamos el presente que es lo único real que tenemos y mañana? Dios dirá.
http://suscriptor.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2015/11/23/regreso-pasado/1845460.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario