martes, 9 de octubre de 2018

LOS POZOS

El Otero

Los Pozos

La historia de una de las calles aledañas al Fontán

Carlos Fernández Llaneza 08.10.2018 

Al dedicar hace semanas estas líneas al Fontán y su cañu, un lector me sugería que citase también los pozos a los que iban a parar parte de las aguas de la charca del Fontán y que, con el correr del tiempo, dio nombre a una calle ovetense. Siempre me pareció muy atinada esa metáfora que compara las historias con un cesto de cerezas; sacas una y, engarzadas con ésta, sale otro montón. Así es. Y la curiosidad ya se encarga de obrar el resto. 
Como hablar de nombres de calles de Oviedo es hablar del imprescindible José Ramón Tolivar Faes, acudo a su obra esencial y tan viva "Nombres y cosas de las calles de Oviedo" y descubro que la actual calle de los Pozos era una prolongación no interrumpida de la del Rosal. Así fue hasta que en 1880 fue abierta entre ambas la calle de Fruela, en la que comienza para acabar en la plazuela de Riego. El 7 de agosto de 1869, por acuerdo municipal, se le había dado el nombre de Álvaro Flórez Estrada. Pero en sesión del 11 de febrero de 1937 se acuerda retornar al nombre de los Pozos. Álvaro Flórez Estrada tuvo que esperar hasta mayo de 1966 para que el ayuntamiento denominara de nuevo una calle con su nombre, esta vez en la zona del Cristo. 
Pero volvamos a los Pozos. Se trata de un nombre antiguo aunque Tolivar manifiesta que no tiene muy claro su origen. Una de las tesis, que se tratase de pozos perforados para buscar agua, no le parece verosímil. Tolivar se inclina más bien por "accidentes del terreno en los que se sumiese parte del agua procedente del Fontán". También cree que sería factible que esos pozos fuesen "parte de la obra avanzada de la muralla para defensa de la ciudad". Como sustento a esa tesis se basa en un acuerdo municipal de 28 y 30 de junio de 1559 en el que "disponen aforar por vidas la barbacana de los Pozos desde la puerta del campo de la Fortaleza hasta la casa de Juan Bermejo, que era la última de la barbacana, hasta el adarve, para edificar casas en la parte donde no las hay, quedando libre y desembarazada la puerta". Menciona también este acuerdo al hablar de la calle de Ramón y Cajal. En su opinión, que en el siglo XVII ya existiese la calle de los Pozos como tal calle, lo demostraría una reclamación de 19 y 24 de septiembre de 1681 sobre el abono del importe de una casa en ella situada. Y concluye que, como elemento más determinante, estaría el padrón de vecinos del año 1698 en el que se cita "la calle de la picota y los poços asta San Francisco". 
Que las historia de Oviedo tiene tantos vericuetos que la hacen prácticamente inabarcable es cierto. Y eso es lo que nos permitirá seguir descubriendo y aprendiendo en ese proceso infinito de saciar tantas curiosidades como cada día, esta maravillosa ciudad, nos brinda. 
Y seguiremos compartiéndolas para, entre todos, aprender todo. O, al menos, todo lo que podamos.
https://www.lne.es/noticias-suscriptor/suscriptor/oviedo-opinion/2018/10/08/pozos/2360210.html


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