lunes, 30 de diciembre de 2019

IMAGINA

El Otero

Imagina

Los deseos de Año Nuevo para el futuro próximo de la ciudad

Carlos Fernández Llaneza 30.12.2019 
¿Comparten conmigo esa curiosa percepción de que cada año pasa más rápido que el anterior? Sí, sí; sé que eso de que el tiempo vuela es el más típico de los tópicos pero? Así que ahora que encaramos el cambio de turno entre este gastado 2019 y ese 2020 a estrenar -momento idóneo para balances y propósitos- caigo en la cuenta de que no debemos correr el riesgo de dejar que el tiempo se nos escabulla de las manos como el agua de un cesto. Es, por tanto, ocasión de planificar, sí, pero también, por qué no, de soñar. Pero no hablemos de mis propios sueños, que son muchos y variados. Ni de los suyos. Seguro que también serán numerosos y encaminados a no dar la razón a Borges cuando se lamentaba de haber cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer: no ser feliz. Hablemos hoy de los sueños para este espacio común compartido: Oviedo. Deseos en pos de un futuro mejor. Realizables. Y, sobre todo, que nuestros sueños, en palabras de Gandhi, "no sean bagatelas en el aire". Él deseaba "convertir mis sueños en realidad". Yo también. ¿Y qué sueños son? 
Mi intención inicial era hacer una lista, una prolija carta a los Reyes Magos de Oriente, pero -pensé- ¿qué interés tiene? Así que no. Prefiero hacerles trabajar y que piensen en sus propios deseos para la ciudad. Elijan. Y confíen. Sólo diré que me gustaría que la ciudad del futuro sea ambiciosa. Una ciudad por y para las personas. Priorizando lo social, medioambiental y cultural. Que entre todos imaginemos la ciudad de la que seguir sintiéndonos orgullosos. Porque un elemento característico de los ovetenses es que, aun en los años más grises de nuestro pasado, siempre nos hemos sentido orgullosos de Oviedo. 
Ojalá que este próximo año venga repleto de buenos momentos para todos. Que sigamos soñando juntos. Y, ya puestos, que la mayoría de esos sueños se cumplan y no se ronquen, como ironizaba Jardiel Poncela. 
Soñar no es de ilusos. Es necesario. Y ser ambiciosos con el futuro es obligado. En tiempos de demasiadas estrategias cortoplacistas, de abundantes mediocridades y de excesivos cabreos, alejamientos y decepciones con el ejercicio de la política es vital soñar. 
Y junto con mis mejores deseos para el nuevo año, les dejo con música. John Lennon, escribió en 1971 un tema que acabó siendo un himno: "Imagine". No es mal epílogo para este 2019 que ya es parte de nuestro pasado y adecuado prólogo para un 2020 a punto de desenvolver: "Quizá digas que soy un soñador / Pero no soy el único. / Espero que algún día te unas a nosotros / Y el mundo será solo uno". 
Sean felices.
https://www.lne.es/noticias-suscriptor/suscriptor/oviedo-opinion/2019/12/30/imagina/2577917.html

martes, 24 de diciembre de 2019

UN MUNDO AL REVÉS

El Otero

El mundo al revés

El estado de los accesos a los monumentos y la inversión regional

Carlos Llaneza 23.12.2019 

"Érase una vez un lobito bueno al que maltrataban todos los corderos. Y había también un príncipe malo, una bruja hermosa y un pirata honrado. Todas estas cosas había una vez. Cuando yo soñaba un mundo al revés". Hermoso poema del gran José Agustín Goytisolo que tan bien musicó Paco Ibáñez en ese doble LP que quedó para la posteridad y en nuestro recuerdo musical: "Paco Ibáñez en el Olympia". A menudo, en curiosa asociación de ideas, recuerdo estos simpáticos versos cuando veo cosas que no me cuadran. Ante situaciones paradójicas, hechos rocambolescos o noticias inverosímiles que, haberlas, como las vecinas meigas, las hay. 
Bien. Pues hace unos días, en la diaria lectura de LA NUEVA ESPAÑA, me encontré con este titular: "La Laboral y Niemeyer reciben para su deuda cuatro veces más que el Prerrománico". La partida de la Consejería de Cultura para la conservación del singular y único arte asturiano, Patrimonio de la Humanidad, es de 100.000 euros, un rácano 0,21% del presupuesto de la Consejería. A esto habría que sumar, en su caso, fondos fruto de convenios con el Ministerio de Cultura. Teniendo en cuenta los graves problemas de humedades que aún perduran tanto en Santa María del Naranco como, especialmente, en San Miguel de Lillo, parece que esta partida es insuficiente. 
Los asturianos en general y los ovetenses de forma especial, hemos recibido un legado de un valor tan incuestionable como incalculable. Cualquier región o ciudad del mundo estarían felices de contar con un patrimonio de estas características. Pero por estos pagos, parece, no es una prioridad absoluta su cuidado. 
Por otra parte, si estos días de lluvias generosas tienen intención de acceder desde el aparcamiento hasta los monumentos les doy un consejo: vayan pertrechados de unas buenas katiuskas. Por no decir de una piragua si me dejara llevar por la hipérbole. Sobre el lavadero circular de Sánchez del Río contiguo al Centro de Interpretación del Prerrománico (que inexplicablemente continúa sin su paraguas desde que un camión de la Coca Cola lo rompió hace años y abonara la empresa la correspondiente indemnización) cae una auténtica cascada. Los caminos de acceso, a los que antes me refería, están como para ver salmones remontándolos. Y nadie, ni en la administración autonómica ni municipal -competente ésta última de los accesos- se pone colorado. El otro día una buena señora me preguntaba por el camino de acceso a las "capillas". Le respondí que estaba en él. Su mirada de asombro y perplejidad fue tan elocuente que no hubo comentario alguno más. Y eso que aún el agua no arrollaba por sus fueros. Son accesos muy dificultosos para cualquier persona con limitación de movilidad y, en cualquier caso, totalmente inadecuados Esa es nuestra carta de presentación ante el mundo que viene a disfrutar de este patrimonio incomparable. 
Por tanto, permítanme que siga recordando a Goytisolo.
https://www.lne.es/noticias-suscriptor/suscriptor/oviedo-opinion/2019/12/23/mundo-reves/2575548.html

lunes, 16 de diciembre de 2019

UN LUGAR AL QUE VOLVER

Un lugar al que volver

La huella imborrable de los recuerdos infantiles

Carlos Fernández Llaneza 16.12.2019


¿Se han preguntado alguna vez cuál es su verdadera patria? Y no me refiero sólo a un lugar al que nos unan vínculos jurídicos, sino afectivos. A una unión cálida y emotiva con un espacio concreto. Tal vez Rilke tuviera razón: la verdadera patria del hombre es la infancia, decía. Puede ser. Porque la infancia, desde la perspectiva de adultos, también puede haberse transformado en un estadio tangible. Y agradable. Pero seguro que todos tenemos un lugar en el que nos sentimos en casa. Ese espacio al que, por más que viajemos por el mundo, siempre deseamos volver. Repleto de imágenes vívidas por más años que hayan pasado. Un paréntesis vital. Inundado de olores que nos retrotraen a momentos concretos. Sensaciones de hogar. De placidez. De serenidad. Donde la vida arraigó por más que hayamos rodado por horas plenas o días huérfanos. 
Yo tengo uno. El que vi por vez primera cuando me asomaron a la ventana de la habitación en la que nací. Sobre el horizonte que presidía mi vista y un montón de tejados de hogar de aquel Vallobín, Arcadia feliz, sobresalía una cúpula bermeja que presidía el cercano altozano. Allí me llevaban muchos días a merendar. Allí asistí al colegio. De marinero recibí un domingo de mayo la primera comunión. Años después, aquella fe infantil maduró tras el encuentro con una comunidad cristiana, encarnada y comprometida con su entorno social, que me ayudó a moldear, en buena medida, lo que soy. Allí viví. Y allí viviré. Aquella loma milenaria vio pasar a sus pies buena parte de la historia ovetense. Desde tiempo inmemorial fue testigo del crecimiento de una ciudad que rompía sus antiguas costuras. Protagonista, sin querer, de sucesos trágicos. De hechos gozosos. Y de muchas vidas. Como velando por Oviedo. Sí, el viejo otero de San Pedro es mi lugar. Por eso, cuando hace ya siete años, tuve la fortuna de poder abrir cada semana esta ventana, no dudé en darle ese título: El Otero. Porque ha sido testigo de mi vida, sí, pero también de la de miles de ovetenses. Y desde esa ventana, abierta a Oviedo, hemos compartido, semana a semana, vivencias, pensamientos, recuerdos, historia? Y no hay mayor satisfacción que poder brindarles todas esas líneas escritas con tinta ovetense. Y me siento muy agradecido por ello. 
Ahora algunas de esas historias se agrupan para que no queden desperdigadas por el limbo de lo virtual. 
Hoy parte de esas relatos contados quedarán cobijados en un libro para que se los puedan llevar a casa. Anotaciones del alma que quedan escritas como anotados quedaron en el tiempo, miles de sucesos ovetenses que, con gozos o llantos, corrieron a los pies del otero. 
Y allí abajo, Oviedo, seguirá tejiendo vida para contar. Y para escribir. Y, si ustedes quieren, la seguiremos compartiendo. 
Oviedo siempre.
https://www.lne.es/noticias-suscriptor/suscriptor/oviedo-opinion/2019/12/16/lugar-volver/2572320.html

lunes, 9 de diciembre de 2019

OVIEDO CIUDAD ACCESIBLE

El Otero

Oviedo, ciudad accesible

La necesidad de que todos los vecinos se muevan por nuestras calles de forma cómoda y sin barreras

Carlos Fernández Llaneza 09.12.2019
¿Cuántos días internacionales de lo que sea conocen? No me respondan: demasiados. Tantos que muchos pasan totalmente desapercibidos. Pues bien, el pasado martes se conmemoró uno de ellos. Veamos. Con el fin de promover los derechos y el bienestar de las personas con discapacidades en todos los ámbitos de la sociedad y el desarrollo, así como concienciar sobre su situación en todos los aspectos de la vida política, social, económica y cultural, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró en 1992 el 3 de diciembre como el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. 
Con frecuencia suelo recortar noticias que me llaman la atención y la semana pasada recordé una de esas noticias que tenía traspapelada en una caótica carpeta. LA NUEVA ESPAÑA del 28 de mayo publicaba: "La caca de perro, enemiga de las sillas de ruedas". Por si no fueran poca dificultad la que presentan numerosos bordillos infranqueables, aceras estrechas, pendientes imposibles, accesos a multitud de edificios o comercios insalvables y un largo etcétera que bien conocen las personas con movilidad reducida, hay que sumar una más como consecuencia de la falta de educación básica de muchos propietarios de mascotas. Así lo lamentaban miembros de colectivos como Aspaym y Cermi. Como reza el dicho popular: donde éramos pocos, parió la güela. Por si no bastara la diaria carrera de obstáculos a la que muchos convecinos se enfrentan, añadamos esto. Es intolerable que un usuario de una silla de ruedas se tenga que llevar excrementos de perros en las ruedas o, peor aún, en sus manos. Salir de casa puede llegar a convertirse en un arduo reto. 
Bien podría mentar ahora la Constitución Española, que proclama los derechos de los ciudadanos a disfrutar sin marginación alguna de servicios, formación... Y que exige a las administraciones la provisión de los medios precisos para que ello sea posible. Así mismo, podría citar también el Manual Europeo de Accesibilidad: "El entorno debe disponerse de modo que permita a todos desenvolverse igualmente y de la forma más independiente". Amplia es la legislación europea, estatal y autonómica que contempla medidas en pro de la promoción de la accesibilidad, pero? 
¿No sería mejor apelar al sentido común más básico? Todos hemos de tender una mano para eliminar todo tipo de barreras empezando por favorecer el respeto, la comprensión y la empatía con aquellos que más las sufren. 
Y Oviedo ha de ser ambiciosa en este sentido. No estaría de más que se llevaran a cabo todos los esfuerzos necesarios para aspirar al reconocimiento de "Ciudad accesible", distinción que otorgan la Comisión Europea y el Foro Europeo de Discapacidad a aquellas ciudades que demuestren que han mejorado la accesibilidad de la vida urbana de forma clara y sostenible, y que tienen planes concretos para seguir haciéndolo. Aunque se haya avanzado en estos últimos años, ¿no les parece un objetivo tan razonable como deseable? 
Sí. No renunciemos al anhelo de vivir en una ciudad realmente más fácil para todos. Una ciudad que, al ser totalmente accesible, no permita que nadie sea "discapacitado", tal como manifiesta la periodista Stella Young: "Mi discapacidad no existe porque uso una silla de ruedas, sino porque el entorno más amplio no es accesible".
https://www.lne.es/noticias-suscriptor/suscriptor/oviedo-opinion/2019/12/09/oviedo-ciudad-accesible/2569252.html

lunes, 2 de diciembre de 2019

RONDA NORTE "REVISITED"

Ronda Norte "revisited"

El atentado al monte Naranco que plantea la circunvalación




02.12.2019
Dicen en Gijón que Bob Dylan escribió una versión de la extraordinaria canción de "Highway 61 revisited" cuando tuvo noticias de una autopista a la entrada de Oviedo de la que se llevaba años discutiendo, se desconocía su origen, su final y su trayecto y aún no se había puesto la primera piedra. En esa versión, en vez de la autopista 61 que baja de Ontario a Nueva Orleans siguiendo el curso del río Misisipi en gran parte de su trayecto, la acción discurre en la Ronda Norte de Oviedo 
No andaban descaminados en Gijón. Para muchos ovetenses entre los que nos contamos, la Ronda Norte se incluye en la sección de realismo mágico asociado a la política. No es para menos. Llevamos asistiendo con cierta perplejidad desde la última década del siglo XX, a la presentación de varios proyectos de una ronda por el Naranco con cargo a fondos mineros, después de una más que construiría el Ministerio de Fomento, luego de una ronda verde municipal con un viaducto y un túnel bajo el parque de Pura Tomás. Como en la canción, el tiempo pasará? y la zona de Prados de la Fuente, donde todos los proyectos planteaban la construcción de una autopista de cuatro carriles, con mediana, arcenes, carriles de incorporación y salida, cambia completamente su fisonomía. Lo que hace 30 años eran praos se ha transformado en un espacio colmatado de viviendas y equipamientos escolares como el Fundoma, Colegio Loyola, Colegio Parque Infantil, y el IES Monte Naranco. 
Algunos empezábamos a dormir algo más tranquilos pensando que hay gente pá tó, pero que la sensatez suele terminar por imponerse y esa pesadilla de una brecha de hormigón por la falda de la Cuesta fue quedando en el olvido, mientras intentábamos mantener la moral pensando que en el peor de los casos pelearíamos en la última trinchera de Santa María del Naranco. 
No estábamos preparados para una de las últimas alternativas presentadas. Un túnel de Pando a San Claudio. No es únicamente que nos refiramos a una zona con conocidos y graves problemas de filtraciones de aguas, ni que se pretenda realizar perforaciones continuas bajo monumentos Patrimonio de la Humanidad y a los que cualquier sociedad civilizada debería evitar estos sobresaltos. Sinceramente, ¿merece la pena este destrozo?, ¿qué aspectos del tráfico de Oviedo mejoraría ese túnel sin salidas desde Pando hasta Las Mazas? 
Sabemos que no es conveniente pedir a los criadores de ternera Asturiana de los Valles que defiendan los postulados del colectivo vegano; así que, como representantes de dos asociaciones comprometidas con la defensa de nuestro monte ovetense y, desde el respeto a las opiniones divergentes, manifestamos nuestra total oposición. Pero no por capricho. 
Nos oponemos porque sería una infraestructura ineficaz para mejorar cualquier tráfico urbano, con un inasumible y continuo impacto ambiental, y que, de hacerse serviría para establecer una frontera más entre la ciudad y el Naranco, aislando zonas urbanas con el engañoso pretexto de mejorar su comunicación y movilidad. Parece un sarcasmo que, cuando Oviedo está tratando de eliminar los desastres originados por infraestructuras que produjeron importantes fracturas en el tejido urbano de la ciudad en La Corredoria, Rubín, Ventanielles, La Tenderina, Otero y San Lázaro, se gaste dinero público en una edición no corregida sino ampliada de aquellos dislates. 
Nos oponemos porque la mayoría del tráfico generado en las zonas periféricas de la ciudad, en torno a un 80% de éste, se dirige hacia el centro urbano, como demuestran todos los estudios monitorizados por el Ayuntamiento de Oviedo, con lo que la pretendida ronda poco solucionaría. 
Nos oponemos porque llevamos años esperando por pequeñas actuaciones que sí mejorarían el tráfico de la ciudad como la conexión de San Claudio con la autovía A-63, un vial que conecte las Campas con la glorieta de Santa Marina de Piedramue- lle, la ampliación de Nicolás Soria, que lleva años rebotando por los presupuestos generales del Estado, o el desdoblamiento de la salida hacia la glorieta de Luis Oliver, además de un enlace desde el Fundoma con la AS-II para dar curso al tráfico procedente de Prados de la Fuente y Ciudad Naranco. Con estas actuaciones, realizables y sencillas, se racionalizarían las salidas y entradas del este a un coste razonable y con impactos positivos sobre el tráfico urbano. Por otra parte, es falso que Oviedo sea la única ciudad sin ronda exterior. Sí la hay. No conocemos la ronda norte de Gijón, ni de Santander, ni de Bilbao porque a nadie se le ocurrió pasar el tráfico de esas ciudades bajo el mar. 
Nos oponemos porque según el Plan para la Movilidad Multimodal en el Área Metropolitana de Asturias 2018-2030 encargado por el Principado de Asturias, los tráficos de vehículos particulares descenderían en un 40% en las próxima década, lo que cuestiona aún más la necesidad de esta agresiva infraestructura.
Por otra parte, cada vez un número menor de jóvenes en España acceden al permiso de conducción; de más de 800.000 a menos de 200.00 en una década, lo que apunta a un sustancial cambio del uso de vehículos particulares. Además, el Plan de la Unión Europea de 0 emisiones en 2050 nos señala un futuro con muchos menos coches y más transporte público no contaminante.  
Creemos sinceramente que es un buen momento para la transparencia y la responsabilidad, por parte del Gobierno Autonómico, el Ministerio de Fomento, y el Ayuntamiento de Oviedo, que deben informar con claridad a los ovetenses de las alternativas proyectadas. La gente en general no es experta en obras públicas ni en urbanismo, ni tiene por qué serlo. Es el urbanismo el que debe hacerse para la gente y es bueno para todos los ovetenses estar informados de las medidas que toman los poderes públicos en un ámbito tan sensible como el monte Naranco.
Por tanto, nuestro deseo sería que nos olvidáramos de esta obra innecesaria y, mejor, que se centren los esfuerzos en recuperar el Naranco como el espacio de gran valor medioambiental que debería de ser.

Qué pena que no supieran en Gijón y por tanto no lo pudo conocer Dylan, que un veterano alcalde achacaba de mal fario a una obra que se llevó por delante a todos los que tuvieron algo que ver con ella, concluyendo: “además ¿para qué vamos a gastar las perras en una ronda si con medio quilómetro de cuatro carriles enlazamos la autovía de Grado con San Claudio y con eso tenemos ronda y media...”.  
https://www.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2019/12/02/ronda-norte-revisited/2566134.html