Campanadas y deseos
Las peticiones para 2015
31.12.2014 | 03:38
Carlos Fernández Llaneza Aver quién es el que no ambiciona algún deseo, por recóndito que sea, mientras echamos el año fuera y recibimos con los brazos abiertos al calendario neonato. Nadie. Todos, en mayor o menor medida, tenemos nuestras esperanzas ante el año a estrenar; pues bien, al son de las campanadas, comeré cada uva con un deseo para este espacio compartido que es nuestra querida ciudad de Oviedo, para la que todos, sin duda, ambicionamos lo mejor. Uvas preparadas, una copina burbujeante a mano para brindar por el futuro a punto de inaugurar y pensando más, como diría Unamuno, en ser padres de nuestro porvenir, que hijos de nuestro pasado. Así pues, atentos... ¡Tan! Que usemos lo menos posible el nuevo y flamante HUCA ¡haya salud! ¡Tan! No más casos fábrica de armas, Coca Cola... trabajo de calidad para los más. ¡Tan! Que sepamos aprovechar las oportunidades urbanísticas; por favor... que no la pifien en el Cristo y la Vega... ¡Tan! Que el Oviedo suba, ¡esa afición se merece ver al equipo en primera cuanto antes! ¡Tan! Que el Naranco tenga quien lo mime. Oviedo sigue viviendo de espaldas a su monte. Estamos en deuda con él. No le sigamos castigando con la indiferencia... ¡Tan! Para mayo una corporación eficaz y transparente, comprometida y preocupada de verdad por Oviedo y los ovetenses. ¡Tan! Ni una sola mujer más que viva humillada o aterrorizada en su propio hogar; ni un niño sin comida, sin una educación de calidad, sin juguetes, sin sonrisa, sin futuro. ¡Tan! Que no se nos atragante la "operación de los Palacios" ni Villa Magdalena y acaben con bien para la arcas municipales ¡Tan! Que la luz blanca que ya ilumina algunas calles se extienda y esa luz mortecina que configura paisajes tenebrosos nocturnos pase a la historia, ¡si es que no se ve ni para cantar! ¡Tan! Que los ovetenses sepamos encontrar y valorar lo que nos une que, sin duda, es mucho más de lo que nos separa y podamos vivir en paz, aun desde las diferencias, encontrando nuestro espacio de compromiso para aportar un ladrillo más en el muro de una sociedad mejor. ¡Tan! Ni un ciudadano de la magnífica zona rural de nuestro municipio que no sienta que tiene los mismos derechos y servicios que los del casco urbano. ¡Tan! (...) Esta última campanada queda vacía para que incorporen el deseo que les plazca; cada quien tendrá los suyos; pero, seguro, seguro, que todos coincidimos en que lo que apetecemos es una ciudad que camine por este 2015 con pie firme, orgullosa de su pasado, sí, y esperanzada en su propio futuro.
¡Feliz año a todos!
http://suscriptor.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2014/12/31/campanadas-deseos/1692939.html