http://www.lne.es/oviedo/2013/11/27/plaza-toros-espacio/1506113.html
El Otero
Plaza de toros, espacio de todos
La oportunidad de transformar una gran área de la ciudad
27.11.2013
Carlos Fernández Llaneza
Sin duda, Oviedo debe al arquitecto cántabro Juan Miguel de la Guardia y Ceinos algo más que una pequeña calle en el Campo San Francisco, a la que no se puede ni enviar una postal por correo. Arquitecto municipal desde 1882 hasta su muerte en 1910, De la Guardia dejó una huella en Oviedo que, a buen seguro, necesita de mayor recuerdo; pero hoy nos centramos en la plaza de toros, obra suya, obviamente, que últimamente anda buscando una actualidad a la que ya no estaba acostumbrada. Aunque Oviedo suele pasar por ciudad poco taurina, Fermín Canella recoge en su "Libro de Oviedo" que se celebraban corridas de toros en Oviedo en 1666 con motivo de las fiestas de Sta. Eulalia. En 1875 se construye, en el barrio del Fresno, una plaza de toros de madera, que funcionó durante cuatro años. Poco después, promovida por la Sociedad de Espectáculos de Oviedo, se decide la construcción de una nueva plaza, que sería inaugurada el 4 de agosto de 1889 con la lidia de seis toros de la ganadería del duque de Veragua y la participación de los matadores Salvador Sánchez "Frascuelo", y Rafael Medina, "Lagartijo", ¡ole!. El primer toro que pisó el ruedo llevaba el nombre de "Arbolario", el picador "Chuchi" le puso la primera vara y el primer par de banderillas fue puesto por "Ostión", nombre de tintes proféticos a la vista del accidentado futuro que aguardaba al coso de Buenavista... En 1917 fue declarada en ruina siendo remozada un año más tarde. En 1931, sufrió un importante incendio cuyos desperfectos no fueron reparados hasta dos años después, en una restauración en la que desaparece la planta superior. La guerra también le ocasionó numerosas heridas y, en 1944, fue adquirida por el municipio, que acomete su reconstrucción entre 1948 y 1958, tras la que adquiere el aspecto actual. El día de San Mateo de 1958 fue reinaugurada con la participación de los diestros Antonio Bienvenida, Luis Miguel Dominguín y Victoriano Valencia. Su última tarde de esplendor fue en otro San Mateo, el de 2007, con Jesulín, Fran Rivera y el Cordobés sobre el ruedo.
En 1982, la Dirección General de Bellas Artes, declaró incoado el expediente de declaración de monumento histórico artístico que desemboca en su declaración como bien de interés cultural en junio de 2009; el caso es que la pobre está que se cae a cachos, así que, en 2012, tras un concurso de ideas, el Ayuntamiento encarga un plan director al arquitecto Ruiz Allén, con el fin de convertirla en un espacio multiusos, plan que, en días pasados, fue rechazado por la Consejería de Cultura, por alterar su arquitectura histórica. Es adecuada la catalogación de BIC para éste y muchos otros monumentos y lugares, pero también urge hacer algo que permita que los ovetenses puedan beneficiarse del uso de un espacio público con gran potencial. Vaya por delante que mi afición a la fiesta taurina es absolutamente inexistente, pero juzgo que es una edificación muy aprovechable. Por otra parte, dado que la plaza está donde está, ¿cómo pensar en el futuro de la plaza de toros sin tener en cuenta los terrenos que la circundan? Y ahí se inicia un interesante debate.
El HUCA tiene los días contados y tras su traslado se liberarán miles de metros cuadrados que podrían ser más si incluimos -¿por qué no?- el actual cuartel de la Policía Nacional.
Estamos ante una oportunidad histórica de transformación de la ciudad; así que, en mi opinión, sí que sería muy pertinente un concurso internacional de ideas, que tras el oportuno análisis por un jurado riguroso y multidisciplinar, y con permeabilidad a la participación ciudadana, permita esbozar el uso futuro de este espacio, así como sus equipamientos. Tenemos, repito, la oportunidad de transformar una buena parte de la ciudad y diseñar un espacio de futuro, de forma serena y ambiciosa, que permita que sea realmente un espacio de todos y para todos.