OTRO DÍA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE, ¿Y QUÉ…?
Efectivamente, ayer 5 de junio, celebramos de nuevo el día internacional del Medio Ambiente con más pena que gloria me temo. En 1972 la ONU con motivo de la conferencia de Estocolmo sobre Medio Ambiente, estableció esta fecha con la intención de examinar la situación ambiental y fomentar una alerta mundial en este campo a la vez que se pretende incrementar la actuación y acción política. Visto lo visto me preguntaría ¿alguien hace caso en algo a la ONU? Y digo visto lo visto porque los grandes datos sobre calentamiento global del planeta y su efecto sobre el clima siguen siendo preocupantes. Pero dejemos para otro momento lo global y bajemos a lo local, aunque en cuestiones de medio ambiente todo está tan imbricado que sería imposible disociarlo. Y en lo local, cualquier ocasión es buena para mover a reflexión sobre las políticas que se están llevando a cabo. En cuestiones de medio ambiente, no son pocas las actuaciones que desde los municipios se pueden llevar a cabo. Está ya lejana la fecha del 6 de julio de 2004, fecha en la que aprobamos en pleno la adhesión a la declaración asturiana por la sostenibilidad, conocida como declaración de Llanes, carta de Aalborg. Me temo que fue un mero trámite para no perder unas subvenciones porque ninguna actuación se ha derivado de ello. En Noviembre pasado, se aprobó asimismo la convocatoria del Consejo Municipal de Medio Ambiente, verdadero órgano consultor, cauce de participación y fuente de ideas para mejorar nuestra situación medioambiental; pues bien, a día de hoy aún no se ha convocado. Hay muchos asuntos para debatir en este consejo: calidad del aire que respiramos (en un reciente informe Oviedo figura como la segunda ciudad con aire más contaminado), transporte, iluminación, saneamientos, mejoras de las tasas de reciclado, aplicación de energías renovables, incentivos a los ciudadanos que fomenten actuaciones de mejoras medioambientales, compras “verdes”, canteras, arbolados, el Naranco, zonas singulares del municipio y un largo etcétera que sería demasiado prolijo enumerar.
Decía hace un tiempo el Concejal del ramo, Sr. Sopeña, que al azul del escudo de Oviedo, habría que añadir el verde por ser una ciudad “ecológica”. Ojalá. Pero me temo que a día de hoy, pese a significativos avances, Oviedo más bien está “verde”. Queda mucho por hacer, y creo que como herramienta imprescindible en el debate ciudadano es urgente la convocatoria del Consejo Municipal de Medio Ambiente, creado por cierto con un gobierno socialista en esta ciudad, aprobado en el primer pleno que presidió siendo alcalde Gabino de Lorenzo, y durmiendo el sueño de los justos desde entonces. Espero que este día Internacional del Medio Ambiente, sirva al menos para mover a reflexión y demos un primer paso poniendo en uso una herramienta tan preciada y valiosa como el Consejo Municipal de Medio Ambiente.
Publicado en La Nueva España el 6 de junio de 2006
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