EL OTRO “EFECTO GABINO”
Hace unos días leíamos una artículo que bajo el título “El efecto Gabino” firmaba el señor Sopeña, en el que atribuía a la política desarrollada por el Alcalde el hecho de que Oviedo esté situada como una de las ciudades más prósperas del país, debido, entre otras cosas, a la construcción de infraestructuras y equipamientos. Como ovetense que ama su ciudad y se siente orgulloso de vivir en ella (y orgulloso ya me sentía hace más de treinta años cuando el perfil de la ciudad era muy diferente), me congratulo de estos datos y, por supuesto, que me satisface profundamente todo los que sea positivo para los ovetenses, como no podía ser de otra manera, y espero que a la par que se sigue en esa política de construcción de equipamientos es infraestructuras que sean necesarias, se sepa mantener en buen estado todo lo que tenemos ya como patrimonio común. Bien, pero ante lo expuesto en ese artículo, quiero decir que algo tendrá el agua cuando la bendicen, y que si ese crecimiento se cree que es debido a una política diseñada por el Alcalde y su partido, ¿de quién es entonces la responsabilidad de que Oviedo sea la ciudad dónde más crece el paro, aumentando un 4,5 desde 1999? ¿Quién es el responsable de que un 11% de los ovetenses estén en el paro llegando a más de un 60% en el caso de las mujeres? ¿A quién se puede atribuir la responsabilidad de que 4000 de nuestros jóvenes entre 20 y 34 años quieran trabajar y no puedan, viéndose muchos de ellos abocados a coger la maleta como habían hecho sus abuelos, aunque más de 2000 tengan una titulación universitaria? ¿A quién preguntamos también por qué la mayoría de ciudadanos de esta ciudad no puede comprar un piso donde ellos querrían y se pasan la vida hipotecados? ¿O quién tiene la culpa de que los indicadores de turismo nos vengan diciendo, testarudos ellos, que los índices de ocupación hotelera, de pernoctaciones y de estancia media en la ciudad vengan disminuyendo paulatinamente? Y lo más importante, ¿qué político entonces, o qué política es la responsable de que, según el último informe hecho público por Cáritas sobre las condiciones de vida de población pobre del Principado de Asturias, haya en Oviedo 28959 personas, un 14,10% de la población (7910 familias) bajo el umbral de la pobreza? Repito. Me alegro muy sinceramente de todos los progresos de Oviedo vengan por donde vengan, pero un responsable político, una ciudad, como ya he dicho en otras ocasiones, no puede hablar de de grandes logros de bienestar cuando ese bienestar no alcanza a todos. Porque cuando no todo el mundo vive bien, nosotros no podemos estar bien.
La política, esa que se dice debe corregir las desigualdades que el mercado genera, es precisamente para eso. Para que la mayor parte de esa riqueza que el mercado crea llegue a beneficiar al mayor número de personas posible. Ojalá en unos años, los indicadores de paro, de pobreza, de vivienda... sean tan buenos como los del informe al que aludía el señor Sopeña. Seré el primero en festejarlo, porque no me cabe duda de que todos trabajamos y queremos un Oviedo diferente y mejor, pero mientras eso ocurre, espero y deseo que las políticas de empleo, de vivienda y sociales que son factibles de llevar a cabo desde el Ayuntamiento sean mucho más valientes y agresivas para que entonces sí, Oviedo -como decía el señor Sopeña- llegue a ser una de las ciudades más destacadas de España y de Europa. Ojalá.
Publicado en La Nueva España en octubre de 2003.
Y seguimos con ese "otro efecto Gabino" y seguiremos...¡cada vez va a más!...Ahora, ya en el 2010 y a mucha distancia de mejorar esos indicadores de paro, vivienda.
ResponderEliminarCualquier día nos meterá a los propios oventenses en el lote de ventas para pagar sus desaguisados...¡Aqui pagamos todos, menos los que la arman!