domingo, 23 de mayo de 2010

Ni el clima es lo que era... (10 de marzo de 2007)

Ni el clima es lo que era...
CARLOS FERNÁNDEZ LLANEZA
Por desgracia y por fortuna, el cambio climático ha dejado de ser una especie de paranoia compartida por unos cuantos ecologistas chiflados, dicho sea con el debido respeto, para ocupar la agenda de los principales mandatarios mundiales. Digo por desgracia porque mejor sería no tener que hablar de este asunto y por fortuna porque si se toman las medidas acertadas, quizás estemos a tiempo. Sin duda, estamos ante una de las mayores amenazas ambientales a las que se enfrenta la humanidad, de consecuencias económicas, sociales y ambientales imprevisibles. El clima siempre ha variado, el problema es que en este último siglo el ritmo de esta variación se ha acelerado mucho y crecerá si no se toman medidas urgentes. Nadie duda ya de la relación que existe entre este cambio y la emisión de los llamados gases de efecto invernadero. Si el desarrollo mundial, el crecimiento demográfico y el consumo energético basado en combustibles fósiles siguen aumentando a este ritmo, antes de 2050 nuestro clima acabará estando como una «maniega». No es poco lo que desde los ayuntamientos se puede y se debe hacer, máxime teniendo en cuenta que los municipios son una pieza clave para la lucha contra este importante problema, por su doble condición de grandes consumidores de energía y su capacidad para promulgar ordenanzas con una clara incidencia en la eficiencia energética y promoción de energías renovables, siendo ambos elementos clave para reducir las emisiones, sin olvidar el importante papel que también debemos desempeñar en la sensibilización y movilización de los ciudadanos.

No hay que olvidar que en el Pleno del 6 de julio de 2004 (ya llovióÉ) se adoptó la Declaración Asturiana por la Sostenibilidad, Declaración de Llanes, por la que nos comprometimos, entre otras cosas, a incluir las consideraciones ambientales en todas las políticas sectoriales, incluidas las urbanísticas, así como establecer un plan de acción local a largo plazo, a favor de un desarrollo sostenible, con objetivos mensurables y que sirvan de marco estratégico para orientar la planificación municipal. Dentro de esta línea de actuación se está desarrollando la «Agenda Local 21» en el Ayuntamiento de Oviedo y se ha incluido a la ciudad en la Red Española de Ciudades por el Clima. con el objeto de seguir potenciando esta línea de actuación, mejorando las condiciones medioambientales del municipio (BIM número 14, 6/04/2006).
Todo muy bien; pero agua de borrajas si no se lleva a cabo de forma urgente y ambiciosa. Espero que no nos pase como al que sólo se acuerda de Santa Bárbara cuando truena, porque en este caso, cuando oigamos el trueno, igual ya nos fulminó el rayo.
Pido al concejal delegado de Medio Ambiente la convocatoria de un Consejo Municipal de Medio Ambiente, para tratar monográficamente el papel que nuestro Ayuntamiento debe jugar a la hora de desarrollar políticas que contribuyan a paliar el problema del cambio climático. Es el ámbito idóneo para que todos los sectores implicados aporten sus ideas y propuestas y conseguir que nuestro municipio se ponga a la cabeza en la lucha por legar a nuestros hijos un mundo ambientalmente mejor del que tenemos.
Qué pena sería que en nuestro querido Naranco, ahora que por fin una Administración ha decidido actuar en su conservación, acabáramos, una vez quitados los eucaliptos, viendo en lugar de unos hermosos robledales un palmeral...

Publicado en La Nueva España el 10 de marzo de 2007

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