El Otero
Martes del campo: esencia ovetense
La Cofradía de La Balesquida y la creación de su Protectora
Carlos Fernández Llaneza 21.05.2018
Dicta el calendario que nos encontramos en la víspera del primer martes tras el domingo de Pentecostés; por tanto, estamos de fiesta: el martes del Campo. Una celebración secular. Esencial. De La Balesquida decía Pascual Madoz en el siglo XIX que era "la institución más popular que se conoce en la provincia y acaso fuera de ella. Casi todos los vecinos de la ciudad son cofrades, sin distinción de clases. Los padres se apresuran a anotar a sus hijos a esta hermandad, apenas nacen, y se tiene a mengua no pertenecer a ella".
Pero a pesar de este arraigo centenario y de gozar del aprecio de los ovetenses desde el siglo XIII no siempre vivió tiempos de esplendor. Y así, en el inicio de los años 30, ante los momentos de dificultad que atravesaba, un grupo de ovetenses decidieron que había que unirse para apoyar a la Cofradía de La Balesquida. Un momento interesante en la historia de la Cofradía centenaria por lo que me parece de interés recuperar lo que testimoniaban las crónicas de la época que quedaron recogidas en la prensa local. Viajemos a 1930 y sigamos, como los ovetenses de entonces, el acontecer en torno a estos hechos. Jueves, 20 de febrero: "Una legión de buenos y distinguidos ovetenses, verdaderos simpatizantes de la conservación de los motivos de la popular tradición que fueron en la ciudad de Oviedo, se viene desplazando hace tiempo por todos los lugares de la capital con la embajada de reclutar socios para hacer resurgir de sus propias cenizas a la Sociedad de la Balesquida, que durante largo tiempo parecía haber desaparecido hasta de la mente de todos los ovetenses". Así de clara quedaba reflejada la preocupación. Y continuaba el cronista: "Y dícennos respecto a esta cruzada que se realiza por las calles, por todos los establecimientos, por los centros y tertulias, que el éxito es grandioso y que el número de afiliados que cuenta ya la sociedad supera a todo cálculo pensando la comisión gestora convocar una asamblea magna con el fin de constituir el nuevo pleno directivo que ha de encargarse de la dirección de la misma". No ocultaba el periodista su satisfacción ante la noticia y celebraba "con grande satisfacción esta manifestación de ovetensismo neto que se demuestra con laborar por que no desaparezcan de Oviedo instituciones que, como La Balesquida, tanto dicen de la excelente condición de los hijos de la capital del Principado".
El seguimiento de la noticia no cesaba y así, el 22 de febrero de 1930, se leía: "La Balesquida en vísperas de un renacer prospero". Nos contaba el entusiasta redactor: "Nuevamente tenemos que ocuparnos hoy de los trabajos en absoluto felicísimos que una nutrida comisión de espontáneos simpatizantes con la Sociedad "La Balesquida" ha realizado para crear un ambiente favorabilísimo hacia la institución sin vida, pese al arraigado nombre que en la historia de Vetusta tenía. Estos trabajos -como apuntábamos hace días- han dado su fruto y hoy va a dejarse oír la voz de multitud de ovetenses que pedirán a la magna asamblea que se anuncia a las siete de la tarde, en los locales de otra Sociedad vieja por su historial y grande por su ambiente, en el Orfeón Ovetense, la existencia próspera de la Sociedad 'La Balesquida' que tiene tanto de ovetense como la catedral. Será el acto a celebrar al oscurecer de hoy, un apunte más que escribir en las manifestaciones brillantísimas que figuran en la tradicional leyenda de la Sociedad del clásico Martes del Campo. ¡Ovetenses castizos os llaman a una reunión pro La Balesquida!. No faltéis".
Y, como no podía ser de otra manera, el 23 de febrero se informaba a la ciudad, no sin cierta vehemencia: "¡Vuelve el Martes del Campo!". Y daba cuenta la crónica de la asamblea celebrada el día anterior en los salones repletos de asistentes del Orfeón Ovetense. Leamos la crónica: "La animación fue grande y dentro del mayor orden previa una brillante exposición hecha por don Ramón Prieto sobre los propósitos de este movimiento ovetense en favor de 'La Balesquida', se pasó a dar lectura al reglamento según el cual habrá de regirse la misma siendo aprobado, capítulo por capítulo sin la menor discusión. Luego se nombró un triunvirato formado por don Ramón Prieto, don José Buylla y don Alfonso Muñoz de Diego con carácter de asesores para los asuntos jurídicos que se presentarán en la Sociedad. Y por último, se eligió la nueva Junta de Gobierno que quedó constituida así: Presidente, don Aurelio Ruiz; vice, don Ricardo Casillas; secretario, don Mariano Cabal; tesorero, don Isidro Maraña y contador, don Manuel Naves (continúa con los nombres de veinte vocales)".
"En el periodo de proposiciones generales se pidió y acordó por unanimidad nombrar presidente de honor a don Ramón Prieto Pazos. Y con las promesas del nuevo presidente de que se hará una interesante propaganda para conseguir que a corto plazo logre 'La Balesquida' la colaboración de todos los ovetenses se dio por terminada la Asamblea".
En esa asamblea del 22 de febrero se habían aprobado los estatutos, vigentes aún, que habrían de regir la recién nacida Sociedad Protectora de la Balesquida y en los que, en su artículo 3º, quedan recogidos sus fines; a saber:
-Guardar las tradiciones de histórico arraigo en la Cofradía de La Balesquida (fundada en 1232) y procurar divulgar su conocimiento siempre manteniendo el espíritu de servicio de su fundadora
-Auxiliar y colaborar en la realización de las funciones religiosas y los festejos profanos de La Cofradía titular de Nuestra Señora de la Esperanza (La Balesquida)
-Atender a los socios en la forma que se determina en los presentes estatutos.
Desde 1930, la Cofradía y la Sociedad Protectora han ido de la mano consolidando la fiesta, tanto en su vertiente religiosa como profana. Un éxito que ha llegado hasta hoy gracias al trabajo y desvelos de muchos que lucharon, aunando esfuerzos y con intereses y objetivos comunes, por legar a los oventeses de hoy una celebración digna para alegría de propios y ajenos; no en vano, ya lo decían Ramón Prieto Pazos y José López Doriga del busto en su "Siluetas Ovetenses" en 1889: " No son pocos los que llegan a Asturias y se aficionan a la fiesta del Martes de tal manera, que aun después de alejarse de aquí recuerdan lo que gozaron con el clásico día, y sienten no poder hacerlo nuevamente. Nada de particular tiene, por lo tanto, que los ovetenses que de aquí se fueron, se acuerden del Martes del bollu, y haya alguno que ordene se le envíe el vino de la cofradía como balsámico".
Feliz Martes del Campo a todos.
http://www.lne.es/noticias-suscriptor/suscriptor/oviedo-opinion/2018/05/21/martes-campo-esencia-ovetense/2289888.html
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