Oviedo se pone interesante
A la espera de conocer el presupuesto municipal
15.02.2016
Oviedo se pone interesante
Carlos Fernández Llaneza
No sé si como aseveró Bertolt Brecht corren malos tiempos para la lírica o no, que cada uno, ya se sabe, habla de la feria según le va en ella. Pero sí es cierto, yendo a lo que pretendo, que donde parece que no corren buenos tiempos es en la política. Se dice que hay "desapego" por parte de los ciudadanos ¿Y nos extraña? A mí, desde luego, no. El "marxismo" crece sin resistencia, campa a sus anchas; sí, sí? pero el de Groucho, entiéndase. Bien decía el genial humorista: "la política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". Y así nos va. Aunque quizá sea un juicio excesivamente severo. Hay miles de políticos en este país con auténtica vocación de servicio y muchos, incluso, que desempeñan su tarea con dedicación gratuita y desinteresada. Y la política, nos guste o no, está en el aire. Se respira. Nos atañe a todos. Todo hombre lleva dentro de sí una parte de ese "animal político" que definiera Aristóteles. Lo malo es que algunos han invertido los términos y se han transformado en "políticos animales", con perdón de los animales que son bastante más civilizados que muchos de nosotros. Recuerdo, cuando tuve el honor de representar a los ovetenses en las Consistoriales, que mi madre me decía: "Ay niñín, tas chiflau, qué ganes tienes de metete en líos? no te mentas en follones y dedícate a lo tuyo?" Y yo decía: ¡también la política es lo mío! No en vano, la política es, sin duda, una de las mejores herramientas que tenemos para transformar la sociedad en positivo; por tanto, ¿es o no es cosa de todos? Pero en estos tiempos, es cierto, muchos son los que dicen, por unos u otros motivos, no. No encuentran la actividad política suficientemente atractiva o estimulante.
Pero el caso es que ya no sé qué pensar. El año pasado, Caunedo, ostentando la alcaldía, decía ante un sorprendido auditorio en Burgos que quería un "Oviedo sexy". Y la semana pasada, el actual regidor, haciendo gala de un sano sentido del humor, dijo: "gobernar Oviedo es casi un orgasmo permanente". ¿A ver si va a resultar que hay un irresistible "sex appeal" en el ejercicio del noble arte de la política que el común de los mortales nos estamos perdiendo y que esté subiendo la temperatura de la Consistorial? ¿Tendrá algo que ver todo esto con la famosa "erótica del poder" Hasta ahora, creíamos que la temperatura subía cuando se cruzaban exabruptos y calificaciones poco cariñosas en, por ejemplo, un pleno, pero, en vista de lo visto, parece que la cosa local se pone atractiva.
El escritor británico Aldous Huxley sospechaba que un intelectual es una persona que ha encontrado algo más interesante que el sexo. ¡Coime! A ver si va a ser cierto que en política hay muy pocos intelectuales?
Lo que, en cualquier caso, no vendría mal, es que después de tanta floritura sexual y de tan largo periodo de gestación asistiéramos, por fin, al parto de los presupuestos municipales. Habrá que mirar cuándo cambia la luna.
Definitivamente, a tenor de lo visto, sin duda, Oviedo se pone interesante.
http://suscriptor.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2016/02/15/oviedo-pone-interesante/1883350.html
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