¡Hala Oviedo!
Sobre la historia y el arraigo del fútbol en la ciudad
15.04.2015
Carlos Llaneza
Cabe la posibilidad de que mis hijos me miren mal porque yo, profano en materias futbolísticas, escriba sobre su querido Real Oviedo del alma por el que sienten auténtica pasión. Asumo el riesgo. Sí, es cierto, no soy muy de fútbol, pero confieso que siento sincera alegría con los éxitos del Oviedo y una irracional rabia y frustración con los fracasos, qué le vamos a hacer...
Anduvo en día pasados el Real Oviedo de cumpleaños así que me pareció ocasión propicia para una mirada al fútbol local desde esta ventana siempre abierta a la ciudad.
Parece que el "foot ball" llegó a Asturias traído por marineros ingleses y por jóvenes de la región residentes ocasionales en Inglaterra, extendiéndose rápidamente su práctica por toda Asturias. El antecedente más remoto de un equipo local fue el "Oviedo Foot Ball Club", formado en 1903 y con una alineación de nombres conocidos en su día: Navia Osorio, Victorero, Campa, Ramos, Suárez de la Riva, Rubín, O. Pelayo y Bernardo. La continuidad vino con el Unión Escolar, Sportiva Ovetense o el Oviedo Sport. En 1914 se funda el Stadium Club Ovetense en el que, por cierto, jugó Santiago Bernabeu, funcionario en Oviedo por aquellos días. En abril de 1919 se crea el Club Deportivo Oviedo, con una estructura económica más sólida. El Stadium juega en Llamaquique pasando posteriormente a hacerlo en Fozaneldi, en el campo "Vetusta". Por su parte, el Deportivo Ovetense, lo hacía en un campo sito en Teatinos. Entre estos dos equipos existía una gran rivalidad, a pesar de la cual, el 26 de marzo de 1926, nace como resultado de la fusión de ambos equipos el Oviedo Foot Ball Club. Su presentación en sociedad fue en el campo de fútbol "Vetusta" en Fozaneldi, en un partido en el que se enfrentaron al Arenas de Getxo y que perdieron por 4-6. Su primer presidente, desde 1926 hasta su fallecimiento en 1950, fue Carlos Tartiere, siendo su sucesor Pedro Miñor Rivas.
Condensar toda la historia del equipo en estas líneas es imposible y buena parte de ella se queda necesariamente en el tintero. Saltamos a la temporada 71-72 en la que el equipo logró ascender a la división de honor. Para tranquilidad de mis hijos y en mi descargo, decirles que aún recuerdo nombres de aquellos años: Lombardía, Carrete, Juan Manuel, Tensi, Uría, Iriarte, Javier, Chuso, Galán, Juan María y Crispi (he hecho un poco de trampa porque no recordaba alguno...). Al año siguiente llegaría el mítico Marianín, que sería Pichichi. Un equipo que lograba ilusionar a muchos críos de entonces, aunque será por eso de que las alegrías duran poco en casa del pobre, bajó a los infiernos de nuevo en la temporada 73-74.
Años muy turbulentos se vivieron de nuevo no hace mucho; espero y confío, se tornen en años de éxitos y gloria. La proyección internacional que está tomando el equipo y los resultados recientes presagian un futuro mejor. Ojalá. Sus seguidores lo merecen. Y es que será difícil encontrar a una afición como ésta. Siempre con el equipo: en las duras y en las maduras. Nunca lo abandonaron, ni en los días en los que vagaba por campos de Tercera, ni cuando manos insensatas administraban su destino, ni cuando desde el Ayuntamiento impulsaron un nuevo proyecto con apoyo del Alcalde y sus concejales del equipo de gobierno. Esa lealtad incondicional, no me cabe duda, es la que salvó a un Real Oviedo asomado al abismo de la desaparición.
Felicidades al Real Oviedo por estos 89 años de vida. Felicidades a su afición de la que la ciudad ha de sentirse orgullosa. Y sobre todo, que pronto veamos al Real Oviedo donde tiene que estar: en Primera. La afición y la ciudad bien lo merecen.
http://suscriptor.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2015/04/15/hala-oviedo/1741576.html
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