De fuentes y nombres
A vueltas sobre la polémica en torno a la denominación del caño de los Pastores
29.04.2015
Carlos Fernández Llaneza
Bob Dylan, allá a finales de los 70, cantaba: "Man gave name to all the animals", vamos, que el hombre puso nombre a todos los animales. Sabina, pocos años después, hizo una versión con una letra un poco más cachonda en la que decía cosas como que al diplodocus lo llamó diplodocus porque ya entonces quedaban pocus; en fin, a lo que vamos... que imagino que, desde el principio de los tiempos, lo de poner nombre a las cosas fue necesidad por una mera cuestión de organización y pragmatismo básico; no obstante y a pesar de ello, se daban casos -doy fe- en los que llegabas a casa y te decían: "Que te llamó no se quién para que vayas con él a no sé dónde". Ya ven.
Pero, como hábilmente habrán adivinado, lo dicho hasta ahora nada tiene que ver con fuentes, como reza el título, ni nada que se le asemeje. Paciencia.
La cosa viene porque en pocos días se dio la coincidencia de que surgieran, en más de una ocasión, discusiones sobre toponimia naranquina con diferentes opiniones; por tanto, me pareció oportuno aportar la conclusión a la que llegamos. Hablábamos de la conocida fuente de los Pastores, en la cercanía de San Miguel de Liño, y a donde muchos ovetenses suben a por agua que sabido es, les fabes, con agua de los Pastores, salen mejor. O eso dicen. Pues según mis fuentes (informativas) fiables por ser de alguien que nació en las cercanas casas de la Peña el Fuelle, la fuente conocida como de los Pastores, es en realidad la fuente del río Viña. La de los Pastores está unos metros más arriba, en el lavadero de Entrerregueros, donado por el Centro Asturiano en 1930 a la ciudad en compensación a los vecinos de Naranco y Lillo por la captación de aguas para el sanatorio Covadonga. Tenía capacidad para 25 lavanderas, antiguamente cubierto, de planta rectangular, muy cerca de una de las minas de hierro que durante tanto tiempo se explotaron en el monte; uno de los muchos lavaderos que hubo y hay por el Naranco, que ya decía Canella que "el Naranco dota a Oviedo de abundantes aguas y lava sus ropas". Dejaremos para otro día los lavaderos y el lavado de ropa en el Naranco, asunto muy interesante y que tiene mucha tela que cortar o lavar, que tanto da.
Me consta que hay otras voces que claman para subsanar este malentendido, como las de Paco García y Javier Calvo, que tienen un buen inventario de fuentes del concejo.
La otra confusión en la que estábamos enzarzados era sobre el topónimo Boo, posiblemente derivado de la expresión céltica bodo (zarzal), aunque según Xosé Lluis García Arias, en Asturias, tras múltiples mutaciones cobró el significado de arroyo o fuente. Es conocida la fuente del Boo, a dos kilómetros hacia el oeste de Ules y a cuatrocientos metros de Llampaya en la carretera que conduce a Llampaxuga. Menos conocido es y, frecuentemente confundido con ésta, el manantial de Boo, del que el acueducto de los Pilares tomaba las aguas en sus inicios junto con la fuente de Fitoria. Este manantial se encuentra en la cercanía del cementerio del Naranco en una zona frondosa y de difícil acceso.
Pues a cada santo su peana y la próxima vez que suban al Naranco a por agua para el pote, que sepan que no es la fuente los Pastores, sino la fuente del río Viña. Dicho queda.
También me pueden decir: y yo preocupáu, oísti...
http://suscriptor.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2015/04/29/fuentes-nombres/1748658.html