Deseos reiterados
Peticiones para Oviedo y los ovetenses en el año que comienza
Carlos Fernández Llaneza 10.01.2017
Enero toma su nombre del dios romano Jano, representado con dos caras; el dios de las puertas, del principio y del fin. Enero es el inicio, la puerta de un nuevo caminar. Puertas abiertas de par en par a nuevas oportunidades. Por eso anhelamos un deseo con cada una de las uvas que caen al son de las campanadas. Tampoco falta nuestra particular carta a los Reyes Magos de Oriente y, como siempre, desde esta ventana, al margen de peticiones personales, cómo no, también está la nómina de deseos para mi ciudad, espacio que es mucho más que una mera realidad urbanística o arquitectónica. Soy de los que creen que se puede llegar a amar a una ciudad. Y Oviedo, estoy convencido, es merecedora de sentir pasión por ella.
Y hete aquí que, releyendo las anteriores misivas, caigo en la cuenta de que los deseos siguen siendo los mismos: o soy muy ambicioso, o muy poco original, o algo hacemos mal para que no seamos capaces de tornar las sombras en luces. Voy a releer las peticiones del año pasado. Acompáñenme en el repaso y juzguen ustedes si comparten las peticiones.
Lo primero, ¡haya salud! Cuando vemos en nuestro entorno lo huidiza que se torna, especialmente en nuestros mayores, más reiteramos el deseo.
Por supuesto, que nos dejen vivir en paz. No más guerras. No más terrorismo: ¡paz! Compartirán conmigo que como especie humana poco avanzamos.
Como parece que esto del cambio climático va en serio, que no nos carguemos el planeta. Sensatez y visión de futuro. Pues vaya. Qué más podemos decir... ¿Seremos tan temerarios como para cruzar un punto de no retorno?
¡Vamos, vamos Oviedo! ¡Queremos verlo en Primera como se merece!
Como el cansino histórico, sigo pidiendo y esperando una apuesta firme, real y decidida por recuperar el Naranco para los ovetenses. Se lo seguimos debiendo. Un año ha pasado y seguimos esperando. Por esperar que no quede.
Que nuestros dirigentes municipales, ya que no son Dios que sí puede ser uno y trino, que trabajen unidos por el bien de todos los ovetenses. ¡Ah! Y que no se olviden de la maravillosa zona rural. Sigo deseándoles el mayor de los éxitos; no en vano, sus aciertos serán los de todos.
Nadie sin trabajo. Un año después seguimos con cifras intolerables de paro y demasiado empleo precario.
Ni una sola mujer más víctima de ninguna violencia. ¡Basta ya! Sin comentarios.
Un buen plan para el Cristo y La Vega. Ambicioso. Ahí continúa el reto para el futuro de la ciudad.
"Porque es posible, nadie sin hogar". Pues si es posible, ¡hay que conseguirlo! Y no podemos renunciar a ese objetivo en 2017.
Que a nuestros mayores no les falte afecto, ni pan, ni calor, ni compañía. Lo reitero.
Y por último, que los ovetenses sepamos convivir encontrando más lo que nos une que lo que nos separa. ¿A que no es tan difícil? Pues, sinceramente, lo mismo creo hoy.
Queden aquí estos deseos reiterados para el nuevo año con la confianza de que, el año próximo, podamos tachar alguno porque, entre todos, lo hayamos conseguido.
¡Feliz 2017!
http://suscriptor.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2017/01/10/deseos-reiterados/2039307.html
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