Amigos del Naranco
La triste noticia de la disolución de un colectivo que defendía el monte ovetense
Carlos Fernández Llaneza 16.01.2017
Que el Naranco es una de mis preocupaciones y ocupaciones no es ningún misterio. Muy probablemente haya sido el lugar al que, desde este Otero, más veces haya dirigido la mirada. Junto con muchos otros, pretendo ser el "Pepito Grillo" que contribuya a vencer el que, a mi juicio, es el mayor de sus problemas: la indiferencia.
Esta semana pasada conocíamos que una de esas voces colectivas que luchaban por situar al Naranco en la actualidad se extinguía. La asociación Amigos del Naranco que había nacido en el año 2000 "como un medio para la defensa, protección, mantenimiento, recuperación y mejora de ese patrimonio natural, rural e histórico de la Sierra del Naranco", decidía su disolución. Una triste noticia para todos los que sentimos al Naranco como un patrimonio esencial de la ciudad. Vaya desde aquí mi reconocimiento y agradecimiento a todos los que conformaron esa asociación, muchos de ellos con trayectorias de compromiso previo en muchos ámbitos de la sociedad. Especial recuerdo a dos de sus presidentes, ambos recientemente fallecidos, Francisco Alonso Mori y Eduardo Fernández-Pola Conde.
Habían tomado el nombre de aquella vetusta Sociedad Amigos del Naranco, constituida el 21 de julio de 1928 en los locales de la Coral Vetusta en la calle Cervantes cuyo objetivo, entre otros, era la construcción de la carretera de acceso a la cima. Asimismo, suya fue la responsabilidad de organizar la concurrida Jira al Naranco y que, como dijimos en la presentación de la asociación Manos por el Naranco en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, pretendemos recuperar con un doble propósito: recobrar, en la medida de lo posible, la que fue una importante romería ovetense. Y por otra parte, sin perder ese carácter festivo y familiar, celebrar un encuentro que sirva como aldabonazo a la conciencia ovetense de lo importante que es volver la mirada hacia ese Naranco al que, durante tantos años, hemos dado la espalda.
La carretera fue una realidad en 1931 con un coste de 99.910 pesetas. La Jira se celebró por vez primera el domingo 17 de julio de 1929. Un encuentro festivo que llegó a reunir, en el lugar que hoy ocupa el área recreativa, hasta 25000 romeros. Se celebró hasta que la guerra civil le puso fin. Los intentos posteriores por recuperarla no fructificaron.
Nunca son bastantes las voces y las manos para defender nuestro monte. Nunca. Por eso es de lamentar la pérdida de una asociación como la de "Amigos del Naranco" que tuvo su razón de ser en la defensa de nuestro viejo "Naurancio".
Ojalá, cada día, sean más las voces y las manos que se alcen e impliquen por legar a los futuros ovetenses un Naranco mucho mejor del que vemos en la actualidad.
Es nuestro deber y nuestra responsabilidad.
http://suscriptor.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2017/01/16/amigos-naranco/2042267.html
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