Una polémica de 128 años
Los añejos enfrentamientos entre el Ayuntamiento y la Iglesia
23.05.2016
Una polémica de 128 años
Carlos Fernández Llaneza
Más de una polémica se ha vivido en la ciudad a cuenta de las relaciones entre el tripartito gobernante y alguna que otra celebración religiosa. Sobre la asistencia de concejales del equipo de gobierno a la misa de San Mateo o al Domingo de Ramos también se habló lo suyo... Pero lo curioso es que, este tipo de controversia, no es en absoluto original. Nada nuevo hay bajo el sol. ¿Me acompañan un momento al mes de mayo de 1888? Pasen y vean. Asistimos a la Sesión Plenaria del 19 de mayo de 1888: "El Sr. Presidente hace presente a la Corporación que próxima la festividad del Corpus que costea ya que, concurre según las prácticas establecidas, se estaba en el caso de acordar si habría de ofrecerse a los invitados el obsequio o refresco de costumbre terminada la procesión. El Sr. Uría (D. Eduardo) se opuso manifestando que ésta costumbre carece de fundamento y no se acomoda tampoco a lo que exige la buena administración del concejo y el estado de sus fondos. El Sr. Cano también coincidió con ésta opinión, así como el Sr. Leopoldo Alas que observó que la Corporación, como colectividad, no debía concurrir a actos religiosos y por consiguiente que holgaba también el obsequio: siguieron otras observaciones y no habiendo conformidad de opiniones, el Presidente sometió el asunto a votación nominal, que ofreció el siguiente resultado. Dijeron sí: Uría (D. Enrique), Álvarez Llana, San Román, Glez. Alegre, Feito, Pajares, Glez. Granda, Lanceta y el Sr. Presidente. Total, 9.
Dijeron no: Los Sres. Martínez, Leopoldo Alas, Posada, Ordóñez, Escotet, Glez. Río, Uría, Suárez Soto, Cano".
Tablas. Empate a nueve. ¿Qué hacen? Pues nada, el Sr. Martínez se ausenta oportunamente. Así que: "Producido empate y estando conforme la Corporación en reconocer la urgencia del asunto para los efectos previstos se procedió a repetir la votación". El resultado lo pueden deducir fácilmente: Nueve votos a favor. Ocho en contra. Por lo que: "Quedó en consecuencia acordado por mayoría que se ofrezca el obsequio de costumbre a los invitados a la función del Corpus encargándose de disponer lo necesario a tal efecto".
No sé si en aplicación de ese dicho de que a grandes males, grandes remedios o, más bien, fruto de un oportuno ejercicio de pragmatismo, el caso es que se aprobó. Pero eso sí, en la sesión del 26 de mayo el asunto aún coleaba y así, Eduardo Uría manifestó: "Si en la sesión anterior quedó acordado que se ofrecería el obsequio de otros años a los invitados a la función del Corpus, deseaba que constase su protesta contra semejante gasto que considera improcedente y que por concepto alguno debe autorizarse cuando la Corporación tiene desentendidas otras importantes obligaciones". Frente a esto obtenía la réplica de Enrique Uría, que explicó: "El acuerdo se ha tomado conforme a las prácticas anteriores y obedeciendo a móviles de decoro corporativo". Eduardo Uría insiste en su protesta "adhiriéndose a ella en un todo los Sres. Ordóñez y Cano".
Ciento veintiocho años han pasado y las polémicas cambian poco. Así que cual Cicerón en una de sus Catilinarias podría pensarse eso de: "¡Oh tiempos, oh costumbres!". O, sencillamente, como diría el genial Forges: "País...".
http://suscriptor.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2016/05/23/polemica-128-anos/1930998.html
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