Adiós al Monte de Piedad
El fin en la ciudad de una institución que sirvió como recurso a quienes pasaban por malos momentos
Cuántas veces nos habremos sentido tunos cantando como el estudiante que lamenta lo triste y sola que queda Fonseca, lo triste y llorosa que queda su Universidad y los libros empeñados en el Monte de Piedad. Confieso que cuando oía esta canción de niño imaginaba el monte en cuestión como una especie de Gólgota; pero no, nada que ver. Evoco hoy esa conocida canción a causa de una noticia publicada en LA NUEVA ESPAÑA el 7 de octubre que pensé que tendría más trascendencia: “El Monte de Piedad de la Caja de Ahorros de Asturias, hoy Liberbank, institución dedicada al préstamo de bienes entregados en garantía, ha trasladado su sede de Oviedo al edificio del banco en Gijón”. No sé a ustedes pero a mí me parece que nos han metido un gol por toda la escuadra. Tengo la sensación de que nos han quitado un pedazo de historia de la ciudad y un poco de la esencia de nuestra capitalidad.
Y es que el Monte de Piedad fue siempre una institución apreciada y querida por los ovetenses; posiblemente, de forma especial, por los más desfavorecidos.
El Monte de Piedad de la Caja de Ahorros fue inaugurado oficialmente el 15 de enero de 1881. Su primera ubicación fue en el primer piso del n.º8 de la Plaza de Riego. En octubre de 1881 se traslada al n.º 9 de la desparecida calle Platería (¡ay esos viejos topónimos perdidos!) de donde se trasladó, en 1932, a la Plaza Alfonso II el Casto, con entrada por la calle Schultz, insertado en una parte del epicentro histórico de la ciudad, rodeado de piedras que podrían contar muchas historias de lo que fue palacio real, hospital de San Juan o la primitiva iglesia de San Juan. Este edificio, obra del arquitecto Rodríguez Bustelo, fue el primero propio del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Oviedo. Levantado en el solar n.º 6 de la plaza al que se anexionó una parcela cuya venta había sido solicitada al Ayuntamiento a inicios de 1930 y que fue comprada y cedida por el Marqués de San Feliz con la condición de destinarla a la construcción del Monte de Piedad. Esta fue su sede hasta 1945 en que se decidió la fusión con la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Gijón dando lugar al nacimiento de la Caja de Ahorros de Asturias en 1946. El Monte de Piedad permaneció en la sede de la plaza de Alfonso II hasta el 31 de octubre de 1960 en que se inauguró la sede de la Plaza de la Escandalera.
Vaya hoy mi recuerdo a tantos y tantos ovetenses que a lo largo de muchos momentos de crisis, demasiados, se llegaron a sus puertas en busca de un aliento para salir de un bache merced a un préstamo rápido. Y no eran joyas necesariamente lo que depositaban. Ropas, enseres domésticos, una bicicleta… todo podía ser empeñado. De ahí que entre los peritos tasadores hubiera sastres, modistas, relojeros y, por supuesto, plateros. A partir de mayo de 1963 se decidió suprimir la sección de ropas. En la actualidad sólo se admiten como garantía joyas, objetos de oro, plata o piedras preciosas. El Monte de Piedad logró cubrir necesidades perentorias cumpliendo un valioso servicio. Por eso me apena ver que una institución tan enraizada en la historia ovetense se mude a la ciudad vecina. Así pues, por muy lícita y legítima que sea la decisión empresarial, no puedo evitar cierta sensación de pena; qué le voy a hacer. Y por mucho hotel de lujo que luzca en el futuro esa esquina de la plaza catedralicia, siempre, sospecho, quedará un hueco triste, solo y lloroso.
https://www.lne.es/oviedo/opinion/2020/11/16/adios-monte-piedad-23210081.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario