lunes, 3 de septiembre de 2018

LE LECCIÓN DE MINGMA

El Otero

La lección de Mingma

El ejemplo de superación constante de un sherpa del Himalaya

03.09.2018 | 00:57
Carlos Fernández Llaneza y Mingma Dogri, en Torrecerredo.
Tal vez se pregunten qué tiene que ver un sherpa con Oviedo. Pues nada. Pero en ocasiones no está mal trascender la mirada de lo estrictamente local. Les cuento. El pasado 15 de agosto tuve la fortuna y el honor de compartir una maravillosa jornada de montaña con Jorge Egocheaga, gran montañero y mejor persona, y con Mingma Dogri, un sherpa del Himalaya; no todos los días se tiene la suerte de conocer a uno. LA NUEVA ESPAÑA publicó ese día un reportaje en el que nos contaba detalles de su vida, un ejemplo de superación continua y de constante lucha por huir de un mísero e incierto destino. 
A pesar de subir recientemente al Everest con mucho menos Tiempo de preparación de lo que suele ser habitual y de ser capaz de portear pesos cercanos a los cincuenta kilos, el aspecto de Mingma puede parecer frágil. No es muy alto. Delgado. Primer error de juicio. Su atavío para el reto que teníamos por delante también podría parecer engañoso; tal vez más propio para un paseo por el Campo San Francisco que para una jornada de nueve horas por el corazón de los Picos de Europa. Segundo error: el hábito no hace al monje. Otra cosa que me llamó poderosamente la atención desde el primer momento fue su gran sencillez. Su humildad sin impostura alguna. Sin duda es una de esas personas con las que basta intercambiar un saludo para ser consciente de que estás ante alguien que tiene mucho más de lo que muestra, su gran riqueza. Humanidad en esencia. 
No es hombre de muchas palabras. No hace falta. Pronto me di cuenta de que en los tramos más complejos no me quitaba ojo. Incluso, alguien llegado del otro extremo del mundo, se preocupaba de quitar piedras del camino potencialmente peligrosas para otros montañeros; un gesto a agradecer. 
La mayoría de expediciones en el Himalaya no podrían llevarse a cabo sin la anónima y discreta contribución y ayuda de personas como Mingma. Son imprescindibles. 
Hoy, afortunadamente, Mingma dirige "Himalayan Wanderer Treks and Expedition", una empresa radicada en Katmandú dedicada a la organización de viajes por el Himalaya. Su vida, en un afortunado giro, burló ese destino incierto al que muchos de sus vecinos se ven abocados. 
Pero ese inolvidable y maravilloso día de agosto el aporte que hizo Mingma fue en forma de hermosas moralejas: no juzgues nunca a nadie por la apariencias. Y no hace falta derrochar un irrefrenable torrente de palabras para dar una lección. Una gran lección.
https://www.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2018/09/03/leccion-mingma/2342544.html

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