lunes, 11 de junio de 2018

"EL MANDUCU Y OTROS OVETENSES

El Otero

"El Manducu" y otros ovetenses

Los personajes de la ciudad recopilados por Evaristo Arce, entre ellos, el abuelo de Margarita Robles

11.06.2018 


Ignoraba que la ministra de Defensa, Margarita Robles, tenía antecedentes familiares en Oviedo, concretamente su madre, que, según creo, era de Limanes. Su abuelo era conocido como "el Manducu". Y ahí surgió la chispa. Estaba seguro de haberlo leído en algún sitio, pero ¿dónde? Empecé a revisar libros y libros y ¡voilà! Lo encontré. Es Evaristo Arce en su "Oviedo y los ovetenses", publicado por Ayalga Ediciones en 1977, dentro de la "Colección Popular Asturiana", quien en el capítulo dedicado a personajes de Oviedo lo cita: "El Manducu, maletero de la Estación del Norte, siempre con sus impecables, brillantísimas botas". 
Dice Arce que, si Oviedo ha sido pródigo en motes, "lo mismo puede decirse de su nómina de tipos populares, encarnación todos ellos -como emisores, transmisores o receptores-, cada uno con sus peculiaridades, del tan traído y llevado humor ovetense. Un humor en unos casos absolutamente primigenio, exento de contenidos culturales, y en otros purificado por la gracia de la cultura. Tipos imperecederos, cuya representación -dignísima, bien es verdad- podría ser encomendada a "el Coque", cantor invidente de mil coplas transmitidas a través de los espacios y los años". 
La nómina que ofrece Arce es muy extensa, así que, como de muestra vale un botón, vamos a recoger solo alguno y apelo a su propia memoria para que rescaten de sus recuerdos a aquellos personajes de su infancia, porque, a buen seguro, haberlos los hay. 
Vamos allá. "Garrafundia", cantor del catecismo de La Corte. "Cigaña", albañil y barrendero municipal. "La Nañiga", natural de Cuba y vendedora de castañas, avellanas y lotería a la que no le gustaba nada que la llamaran por su apodo. "Bocanegra", agente de la Policía Municipal y terror de los niños en el Campo San Francisco. "Tempujo", quiosquero de la Escandalera. "El Fuín" y "el Porcón", conocidos lagareros. "Cuspitina", veterano de la guerra y bedel de la Universidad. "Leño", mozo de cuerda con parada y fonda en los soportales del Ayuntamiento. "Paulino el de la Mortalla", que pretendía jugar al tenis con palas de panadero. "Ramascón", experto catador de sidra. "El Balesquidu", conductor de la xata y portador de las tradicionales monedas de oro que se rifaban en vísperas de la fiesta local. "Paco Fantomas", jugador de fútbol y árbitro. "Canor el Rojo", relator incansable del sitio de Oviedo en la umbrosa clandestinidad del Campo San Francisco. Puskas, vendedor de lotería. "Pepón el Marcáu" y "Arturo el Macutu", corpulentos camareros del Café Pasaje. "El Cuco", albañil y aficionado a la talla en madera muerto a los 26 años en el Naranjo de Bulnes. Gil el turronero ("Acudid, oh, carbayones / a ver de Gil? los turrones"). "El Gan", célebre pirotécnico de la ciudad cuya empresa continúa hoy en día. "Celestu el Mancu", vendedor de pájaros en el Fontán, experto cazador de gatos que luego se cocinaban en "Casa el Fuín". "Palín", tamborilero de las procesiones: "Toca el tambor Palín, Palín toca el tambor que te cai'l chapín". 
En fin, nombres que, gracias a Evaristo Arce, podemos hoy recuperar de la vida de una ciudad que me parece que se ha ido dejando por las orillas del tiempo parte de esa esencia y humor tan característicos. Quizá valga la pena en otra ocasión recuperar alguno de esos nombres de ese Oviedo que se ha ido diluyendo poco a poco; entre tanto, les recomiendo la lectura de "Oviedo y los ovetenses". Les aseguro que pasarán un buen rato.

http://www.lne.es/noticias-suscriptor/suscriptor/oviedo-opinion/2018/06/11/manducu-ovetenses/2301093.html

1 comentario:

  1. Ramacón era de Lastres (Colunga) y su nombre era Benito Joglar Valdés, nacido el 26-8-1845.
    Un día llegó remando a Candás o Luanco para competir con otro que presumía de gran bebedor y decía poder ganar a Ramascón bebiendo sidra; al llegar pidió Ramascón un barcal lleno de sidra y cuando lo hubo terminado quiso empezar la competición con el otro, pero éste ya no quiso competir con él.

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