El mundo al revés
El estado de los accesos a los monumentos y la inversión regional
Carlos Llaneza 23.12.2019
"Érase una vez un lobito bueno al que maltrataban todos los corderos. Y había también un príncipe malo, una bruja hermosa y un pirata honrado. Todas estas cosas había una vez. Cuando yo soñaba un mundo al revés". Hermoso poema del gran José Agustín Goytisolo que tan bien musicó Paco Ibáñez en ese doble LP que quedó para la posteridad y en nuestro recuerdo musical: "Paco Ibáñez en el Olympia". A menudo, en curiosa asociación de ideas, recuerdo estos simpáticos versos cuando veo cosas que no me cuadran. Ante situaciones paradójicas, hechos rocambolescos o noticias inverosímiles que, haberlas, como las vecinas meigas, las hay.
Bien. Pues hace unos días, en la diaria lectura de LA NUEVA ESPAÑA, me encontré con este titular: "La Laboral y Niemeyer reciben para su deuda cuatro veces más que el Prerrománico". La partida de la Consejería de Cultura para la conservación del singular y único arte asturiano, Patrimonio de la Humanidad, es de 100.000 euros, un rácano 0,21% del presupuesto de la Consejería. A esto habría que sumar, en su caso, fondos fruto de convenios con el Ministerio de Cultura. Teniendo en cuenta los graves problemas de humedades que aún perduran tanto en Santa María del Naranco como, especialmente, en San Miguel de Lillo, parece que esta partida es insuficiente.
Los asturianos en general y los ovetenses de forma especial, hemos recibido un legado de un valor tan incuestionable como incalculable. Cualquier región o ciudad del mundo estarían felices de contar con un patrimonio de estas características. Pero por estos pagos, parece, no es una prioridad absoluta su cuidado.
Por otra parte, si estos días de lluvias generosas tienen intención de acceder desde el aparcamiento hasta los monumentos les doy un consejo: vayan pertrechados de unas buenas katiuskas. Por no decir de una piragua si me dejara llevar por la hipérbole. Sobre el lavadero circular de Sánchez del Río contiguo al Centro de Interpretación del Prerrománico (que inexplicablemente continúa sin su paraguas desde que un camión de la Coca Cola lo rompió hace años y abonara la empresa la correspondiente indemnización) cae una auténtica cascada. Los caminos de acceso, a los que antes me refería, están como para ver salmones remontándolos. Y nadie, ni en la administración autonómica ni municipal -competente ésta última de los accesos- se pone colorado. El otro día una buena señora me preguntaba por el camino de acceso a las "capillas". Le respondí que estaba en él. Su mirada de asombro y perplejidad fue tan elocuente que no hubo comentario alguno más. Y eso que aún el agua no arrollaba por sus fueros. Son accesos muy dificultosos para cualquier persona con limitación de movilidad y, en cualquier caso, totalmente inadecuados Esa es nuestra carta de presentación ante el mundo que viene a disfrutar de este patrimonio incomparable.
Por tanto, permítanme que siga recordando a Goytisolo.
https://www.lne.es/noticias-suscriptor/suscriptor/oviedo-opinion/2019/12/23/mundo-reves/2575548.html
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