El Otero
La apuesta de Areces por el Naranco
El presidente fallecido intentó sacar adelante el proyecto del monte
Carlos Llaneza 21.01.2019
Fue, sin duda, la noticia de la semana y, probablemente, de las más relevantes del año: el inesperado fallecimiento de Vicente Álvarez Areces. Mucho se ha escrito sobre su personalidad y sobre su obra. Hasta sus rivales políticos se han rendido a la evidencia: Tini era un político vocacional inconmensurable. Su capacidad de trabajo era ilimitada. Su pasión por la política, inabarcable. Muchos años intensos que han dado, qué duda cabe, para mucho. Años no exentos de polémicas localistas sobre la preferencia de inversiones. No es momento para ese análisis. Pero sí creo de justicia reconocer una inversión que pudo transformar una buena parte de Oviedo y del área central de Asturias: el Naranco. Espacio por el que, como es público y notorio, siento una especial debilidad. Cuando en junio de 2003 tuve el honor de entrar a formar parte de la corporación municipal ovetense tenía claro que una de mis prioridades de trabajo sería, precisamente, el Naranco. Desde los primeros pasos del mandato intenté buscar apoyos para tejer un plan de actuaciones para nuestra querida Cuesta. Uno de los primeros vino de Carlos Madera, director general de cultura. Y a partir de ahí, aunando esfuerzos, con el apoyo decidido del entonces portavoz, Jorge Fernández Bustillo, que compartía totalmente la convicción de que el Naranco merecía un revulsivo, no perdíamos ocasión para reclamar al entonces presidente un plan para el Naranco. A veces bromeaba diciendo que me sentía como la "Pita" que perseguía al presidente con frecuencia en actos públicos, solo que mi reclamación era un plan integral para el Naranco. Un buen día me pidió un borrador con las propuestas que me parecían oportunas y se lo hice llegar. La idea se fue fraguando con el apoyo y aportación de muchos y así nació el "Plan Territorial Especial Supramunicipal Parque Periurbano del Naranco" de cuya elaboración se encargó la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio e Infraestructuras.
En el debate parlamentario sobre política general del Consejo de Gobierno correspondiente al año legislativo 2004-2005, el presidente Areces decía: "Podemos anunciar ya que a comienzos de 2005 contaremos con un estudio del suelo no urbanizabable de este espacio metropolitano y comenzaremos las actuaciones de lo que será el ambicioso parque periurbano del monte Naranco en Oviedo, algo que era un objetivo muy reivindicado por todo el pueblo ovetense y, particularmente, por las fuerzas políticas que constituyen la Corporación municipal y que deseamos realizar con el consenso y el acuerdo con todas esas fuerzas políticas municipales".
El proyecto presentaba una serie de objetivos generales y específicos que no ha lugar detallar en este momento por no extenderme en demasía pero que configuraban un exhaustivo y acertado análisis de la realidad del Naranco y planteaban una serie de ambiciosas actuaciones que, sin duda, hubieran transformado el emblemático espacio natural ovetense. La crisis económica que azotó a todas las administraciones y una sentencia en enero de 2014 de la sala tercera del Tribunal Supremo declarando nulo el acuerdo por el que se había aprobado en mayo de 2007 el Plan Territorial y contra la que no cabía recurso, acabó con las ilusiones de muchos.
Hoy el proyecto duerme el sueño de los justos y el Naranco continúa esperando la hora en que, de verdad, las administraciones apuesten decididamente por un abordaje de mejora integral.
Ojalá, más pronto que tarde, futuros gobiernos autonómicos y municipales rescaten del oscuro y polvoriento fondo del cajón del olvido el proyecto que bajo la presidencia de Areces se fraguó y que, aún hoy, es totalmente aprovechable. Tal vez, y como continuidad a esa acertada apuesta del entonces presidente, sería justo darle una nueva oportunidad.
Oviedo bien lo merece.
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