martes, 14 de noviembre de 2017

POR SAN LÁZARO DE PANICERES

El Otero

Por San Lázaro de Paniceres

Un recorrido por las parroquias ovetenses ubicadas en la falda del Naranco

14.11.2017 | 18:26
Peregrinos a su paso por San Lázaro de Paniceres. 
La palabra parroquia, etimológicamente hablando, significa vecindario o proximidad en la habitación: un grupo de casas o de vecinos por tanto. Y entre esas casas se han ido sucediendo siglos de historia ovetense. Esos vecinos han sido testigos y protagonistas de la evolución urbana y social de la ciudad. Una ciudad que fue, poco a poco, creciendo y rompiendo moldes, adaptándose a nuevos tiempos y circunstancias. 
Habíamos dejado la semana pasada a San Pedro, con generosidad de madre, desmembrando de sí a la parroquia de San José de Pumarín, septuagenaria ya. Con mucha vida que contar desde entonces; queda pendiente. Fue la primera. Y ahí empezó a dejar, como jirones del tiempo, parte de sus seculares límites para que nacieran nuevas parroquias. A la citada de San José de Pumarín, erigida el 9 de noviembre de 1957, siguieron San Francisco de Asís y su filial del Santo Cristo de las Cadenas el 11 de febrero de 1959 en decreto firmado por el entonces Arzobispo de Oviedo, Francisco Javier Lauzurica y Torralba. En esa misma fecha se constituye la parroquia de San Pablo de la Argañosa y su filial del San Antonio de Padua. 
El 10 de enero de 1972, con don Gabino Díaz Merchán como Arzobispo, se constituye como parroquia Nuestra Señora de la Merced y, finalmente, el 19 de marzo de 1990, se erige la parroquia de San Melchor de Quirós. 
Pero también hubo proceso a la inversa. Es el caso de la antigua parroquia de San Lázaro de Paniceres que, debido a su estado de ruina fue integrada a la de San Pedro en 1783, siendo cura de ésta Manuel Rodríguez Menéndez, el que sin duda pensaría eso de: donde éramos pocos? 
Con relación a esta parroquia de San Lázaro de Paniceres hay un dato significativo: la existencia en ella de una malatería o leprosería. Estaría situada a la salida de Oviedo por el antiguo camino de Galicia que seguía la falda del Naranco. Debió de fundarse hacia la misma época en que aparece la de Cervielles, a la entrada de la ciudad por el camino de León, por lo menos en el siglo XIII, aunque el lugar de Paniceres está documentado desde el año 1055. El patronato de la malatería de Cervielles era de la ciudad, mientras que el de Paniceres lo ejercía la Iglesia, lo que no obsta para que existiese una perfecta armonía entre ambas como atestigua el permanente canje de enfermos entre ellas y la libertad con que los enfermos de Paniceres abandonaban el hospital e incluso se metían en las calles de Oviedo. De ello da una idea el acuerdo tomado el 13 de abril de 1543 por el que el Ayuntamiento hubo de pedir al juez de la malatería de Paniceres "no consienta que ningún malato de su término aquí ande ni esté, especialmente un mozo de Lanera e Arango". Y refiriéndose ya a los enfermos de cualquier malatería añade "que se notifique a los malatos que se vayan dentro de tercero día so pena de cien azotes". En San Lázaro de Paniceres sólo el significativo topónimo conserva hoy un recuerdo de la malatería que allí hubo. 
Próximo a San Lázaro de Paniceres se encuentra el término de Lavapiés, topónimo ya citado el 17 de junio de 1516, en que se trata de un arreglo, entre otras calzadas de una "que va de Paniceres desde encima de abaies" (actual calle de Alfonso I el Católico). En el arroyo de Lavapiés, que procede de la falda del Naranco, se lavarían los caminantes antes de hacer su entrada en la ciudad. Lavapiés es mencionado entre los lugares donde en 1681 se colocaron guardias especiales con motivo de la peste y figura como barrio de la "parroquia de San Pedro del Otero, arrabal de esta ciudad" en el padrón del año de 1705. 
En fin, pequeños retales de historia que dejan margen para seguir cortando mucha tela más. 
Habrá ocasión.
http://suscriptor.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2017/11/14/san-lazaro-paniceres/2192956.html

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