jueves, 12 de febrero de 2015

ÓPERA Y OVIEDO

El Otero

Ópera y Oviedo

La relación de la ciudad con el espectáculo lírico

12.02.2015 
Ópera y Oviedo
Ópera y Oviedo
La LXVII temporada de Ópera de Oviedo ha tocado a su fin. Oviedo y la música siempre han sido un exitoso binomio. Ya desde el siglo XVII, en el Corral de comedias de El Fontán, nuestros antecesores disfrutaban del teatro y de cierta actividad musical, aunque la ópera no llegaría, con bastante probabilidad, hasta la segunda mitad del s. XVIII. Consta que en el Teatro Circo Santa Susana, en el mes de marzo de 1885, se representó una exitosa ópera con la participación del "Ruiseñor ovetense", el tenor Lorenzo Abruñedo.
Pero el Oviedo del XIX, una ciudad que había roto las murallas y miraba hacia la modernidad, quería más. La esperanza de disponer de un teatro al estilo de los coliseos europeos era creciente, por lo que el Consistorio presidido por Longoria Carbajal se pone manos a la obra y en 1876 publica la convocatoria para la construcción del "Nuevo Teatro". Solo se presentan José López Salaberry y Siro Borrajo, con un proyecto inspirado en el Teatro de la Comedia de Madrid. Juan Miguel de la Guardia propone el emplazamiento en terrenos de la huerta del Convento de Santa Clara, junto al moderno mercado de El Progreso, además de dirigir la obra y aportar varias modificaciones.
El 17 de septiembre de 1882, con "Los Hugonotes", se levanta el telón del nuevo teatro ovetense por vez primera. El nombre del poeta naviego, Campoamor, sería propuesto por el entonces concejal Leopoldo Alas "Clarín" en la sesión municipal del 10 de mayo de 1890. A partir de entonces, cada mes de septiembre, Oviedo disfruta de su ópera, salvo alguna interrupción y con alguna temporada mixta que incluía zarzuela, hasta agosto de 1934; última vez que sonó la orquesta. En octubre sonarían las armas. El teatro quedó completamente destruido. Y así se acabó la primera época.
Pero la vida sigue. La ciudad va curando sus heridas. Y aunque en 1942 y1943 hubo dos temporadas en el Teatro Principado a cargo de la compañía de Pepita Rollán, habría que esperar hasta el 18 de septiembre de 1948, con la representación de "Manon", para iniciar la segunda época que nos trae hasta hoy. Por tanto, disfrutamos en Oviedo, de una de las temporadas de ópera más antiguas de España.
La gestión de la temporada hasta 1977 corresponde al Ayuntamiento. Es en ese año cuando se funda la Asociación Asturiana de Amigos de la Ópera que asume, a partir de entonces, la programación. Y hoy, la Fundación Ópera de Oviedo continúa con esa trayectoria secular. Y no sin dificultades. No son buenos tiempos para la lírica (y nunca mejor dicho) por eso es de justicia agradecer el esfuerzo realizado por la junta y patronato, encabezados por Jaime Martínez, siempre apasionado, por sacar adelante cada año una temporada de calidad. Una temporada arraigada en la ciudad y que revierte a ésta una buena medida de lo que recibe.
En septiembre, cuando se apague la luz y de nuevo suba el telón, volveremos a sumirnos en esa mágica burbuja en la que las emociones continuarán, mecidas por la música, evaporándose como caprichosas volutas de humo, y los sentimientos, revoltosos hormigueos, seguirán fluyendo como tímidos espíritus, serenamente, regalándonos momentos únicos.
Y que sea por muchos años.
http://suscriptor.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2015/02/12/opera-oviedo/1712128.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario