Las fiestas que preludian el otoño, del Día de Asturias a San Mateo
17.09.2014
Carlos Fernández Llaneza
Se inclina el calendario en estos días, implacable, deslizándonos, sin prisa pero sin pausa, hacia ese fin de año que cada vez, qué cosas, tengo la sensación de que llega antes. Pero como preludio a ese otoño que las numerosas hojas vencidas anuncian muy próximo, nos queda un mes de septiembre festivo y jaranero por cada esquina de nuestra patria querida. Aquí en casa, los brillantes prolegómenos los escribió el Centro Asturiano con unas fiestas cada vez más participadas, con un variado programa para todos los públicos y que culminó con esa multitudinaria y estruendosa oración a la Santina en forma de pólvora, multiforme y multicolor, sobre la noche recién desparramada, suave y serenamente, entre las laderas del Naranco y la propia ciudad.
Oviedo también fue testigo en el arranque del mes de la entrega de las medallas de Asturias 2014 -una de oro y cinco de plata- a los galardonados de este año, acto con el que también se iniciaban los festejos del Día de Asturias con un pie en Covadonga, unida por un sutil lazo al Centro Asturiano de Oviedo durante estos días, y con otro en el municipio de Carreño, que este año acogió los actos conmemorativos del 8 de septiembre que organiza el Gobierno asturiano.
Y de nuevo en casa, Llampaxuga, Latores, Caces, Colloto y San Lázaro dieron continuidad al regocijo que va preparando el espíritu y el cuerpo para la gran cita festiva local: San Mateo, una semana en la que la ciudad se transforma y las calles se convierten en escenarios de encuentros y diversión.
Buen momento, por tanto, para iniciar el curso con nuevos bríos, con alguna intención renovada, para rescatar esos viejos propósitos incumplidos del fondo del cajón del olvido y de la pereza y, para el que lo padezca, vencer eso que llaman estrés postvacacional y que, si me permiten, diré que me cuesta entender, más que nada porque teniendo en cuenta que hay casi cinco millones de personas que no lo pueden sufrir y muchos de los que tienen un trabajo tampoco pueden tomarse unas vacaciones, me parece un pelín impropio, dicho sea con el mayor de los respetos.
Asturias está de fiesta. Oviedo está de fiesta. Y bien que nos vienen estos días para intentar dejar un poco de lado preocupaciones y sinsabores y disfrutar en armoniosa paz, cada quién como buenamente pueda, de ese encuentro con los otros en este espacio compartido y querido que es nuestra urbe carbayona.
Así pues, abrimos de nuevo esta ventana para escuchar los ecos de las verbenas, el jovial bullicio de la calle y a ese Oviedo cotidiano que siente, late y vive, día a día, en cada uno de nosotros.
Que salgamos de estos días de folixa tal como aconsejaba Aristóteles salir de la propia vida: ni sedientos ni bebidos.
Oviedo, ¡tambor y gaita!
http://suscriptor.lne.es/suscriptor/oviedo-opinion/2014/09/17/estalla-septiembre/1643338.html
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