El Otero
¡Vamos de jira!
Los mismos problemas del monte Naranco en un texto de hace 82 años
Carlos Llaneza 25.06.2018 | 01:35
Iniciaba el pasado año estas líneas dedicadas a la recuperada Jira al Naranco diciendo: "ten cuidado con lo que sueñas, puede llegar a cumplirse". Pues tal era el hecho de recuperar la exitosa, en tiempos pasados, Jira al Naranco: un sueño. Un sueño que, gracias al empuje del Ayuntamiento de Oviedo, se hizo realidad. Y de nuevo, este año, podremos compartir esa jornada festiva, de convivencia, de encuentro y de reivindicación del Naranco como ese espacio medioambiental e histórico absolutamente esencial para Oviedo.
Un año más se ha intentado tejer un programa para el disfrute de grandes y pequeños. Ojalá así sea. Pero no voy a hablarles de la Jira del año pasado ni de la del próximo 1 de julio. Hoy les invito a que me acompañen al Oviedo de 1936. A hojear el álbum de fiestas que cada año editaba la sociedad "Romeros del Naranco". Y vamos a rescatar del olvido un escrito firmado por A.A.C. para comprobar, no sin cierta pena, que, ochenta y dos años después, hay cosas que no han cambiado tanto. Decía el autor del escrito: "Probequín Naranco, doscientosmil años tuviste olvidau por propios y extraños y sin acordase, que cerca de Uvieu había una cuesta con tanto xaleu. (..) La Cuesta: la probe aburría, toda entristayada porque naide della se acordó pa nada; llena de cotolles, felechu y caleyes que facía imposible el andar por elles. Pero como bobos los cartaxineros, que son los más llistos, como forasteros, ficieronla suya, espetando cales pa después sacar bonos minerales que tenía metíes dentro de so entraña y aquí los de Uvieu chupando la caña (..) Otros sin chistar, pegando-i barrenos, arrancaron grava, cerraron terrenos y vendíen la piedra que tien tanta fama sin pagar un perru ni al cura ni al ama. Así que al Estau y al monecipiu mi alma no-i dexaron nin siquiera un ripiu; por eso ta escasa esta probe España; el que sema cueye y el que non apaña. (..) Una Xunta de homes muy atentos fexo a les capilles grandes monumentos; y pa que los viera la xente estranxera punsieron de adornu una carretera, pa que los siñores, sin pizca trabayu vaigan en su coche y dexen el atayu pa la xente probe que a pata lu anda y pa los que suben xuntos de parranda. Desde que se fexo esta carretera, bien abondo amigos de dientro y de fuera; gracies a que Uvieu ye de xirigata y tien mucha fama de tambor y gaita. Por eso los amigos de carácter franco ficiéronse romeros del monte Naranco, fundando pa ello una Sociedá onde tien entrá toa la umanidá, que ágora por Julio ya hay la costumbre de pasar el día arriba en la cumbre llevando cevera, aunque pa facela aiga que empeñar hasta la cazuela. Así que la xente ya bien de promesa y escueye el so puestu pa poner la mesa en el santu suelu y con allegría celebrar la fiesta de noche y día. Conque ya lo sabes, que coxu que manco, hay que ser romeru del Naranco; que da una empanada y un tremendo vino pa zampalo arriba a la vera un pino".
Pues ya lo saben. No vamos a ser menos que los ovetenses de Julio de 1936 que, sin saber lo que se le venía encima, seguro que disfrutaron de fiesta, encuentro y convivencia en la cima de ese Naranco que, desde entonces, sigue mirando para Oviedo.
Aguardando esa decidida, inequívoca y firme apuesta por pasar de las musas al teatro y recuperar de una vez el monte para los ovetenses.
Nos vemos el 1 de julio en el Naranco con alegría y, si se tercia, celebrar la fiesta de noche y de día.
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